Puigdemont y los exmiembros de su Ejecutivo se dirigieron en coche desde Cataluña a Marsella y, una vez en esta ciudad del sur de Francia, tomaron un vuelo con destino a Bruselas.
Los cinco antiguos consejeros que han viajado con Puigdemont a Bruselas son los que ocupaban las carteras de Gobernación, Meritxell Borràs; Salud, Antoni Comín; Interior, Joaquim Forn; Trabajo y Asuntos Sociales, Dolors Bassa: y Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Meritxell Serret.
Aunque ninguna fuente ha confirmado que la intención de Puigdemont y los exconsejeros sea solicitar asilo político en Bélgica, el cantautor y hasta hace unos días diputado en el Parlamento regional Lluís Llach ha dado por hecho que se exiliarán.
La última comparecencia ante los medios de Puigdemont se produjo el sábado cuando, en un mensaje grabado, apeló a una «oposición democrática» al decreto del Gobierno de Mariano Rajoy
A la misma hora en que se emitía esta declaración grabada, el expresidente catalán almorzaba en un restaurante de Gerona, según imágenes mostradas por televisiones españolas.
Fuentes del Ejecutivo han confirmado la presencia de Puigdemont en Bruselas, aunque no han explicado cuál es el objetivo de este viaje.
El secretario de Estado belga de Migración y Asilo, Theo Francken, del partido independentista flamenco N-VA, sugirió este fin de semana en su cuenta de Twitter que Puigdemont puede solicitar «asilo político» en Bélgica, aunque, el primer ministro belga, Charles Michel, se desmarcó poco después: «Pido a Theo Francken que no eche leña al fuego».
El viaje de Puigdemont a Bruselas se ha confirmado apenas una hora después de que el fiscal general del Estado de España, José Manuel Maza, anunciara una querella por rebelión, sedición y malversación contra él y el resto del gobierno regional, así como otra querella contra la mesa del Parlamento autónomo.