En una tarima improvisada en las afueras de la sala protocolar del aeropuerto internacional de Quito, el exmandatario, que gobernó el país entre enero de 2007 y mayo de 2017, manifestó que tenía sentimientos encontrados.
“Tengo sentimientos encontrados: el dolor de dejar a mi patria, a la que adoro; el dolor de dejarlos a ustedes, pero también la alegría de poder ya finalmente con mi familia, de poder darle un poco de tranquilidad, después de diez años en lo personal muy felices, pero sin duda, muy duros, y duros para la familia”, expuso.
Pidió comprensión a quienes pedían que se mantenga en el país. Dijo que su viaje no se trata de vacaciones si no de los deberes familiares, de devolverle a su familia tantos sacrificios de estos años en los que ha tenido que soportar ataques e infamias.
“Queridos compañeros, cuiden al país, cuiden a la Revolución”, expresó el exmandatario que agradeció a todos y pidió que por él no se preocupen.
“Me voy feliz, pero la alegría o la tristeza coyuntural no altera esa condición del alma, que da la paz con uno mismo. Yo estoy feliz, estoy bien, no se preocupen por mí, preocúpense por el país. A defender lo ganado, a defender la Revolución”, dijo.
“Yo estoy seguro, es obvio que el 2 de abril derrotamos a la oposición, no estoy muy seguro si venció la Revolución Ciudadana, compañeros”, mencionó.
Llamó al movimiento Alianza PAIS a denunciar “pactos inaceptables con el bucaramato” o la entrega de empresas públicas y dijo que él sería el primero en desafiliarse de la organización en caso de que se toleren posibles acuerdos a cambio de espacios de poder.
Fuente: Agencia Andes