Distintos especialistas han señalado, en cuanto a temas nutricionales, que la leche descremada tiene más beneficios para la salud que la leche entera. Sin embargo, un reciente estudio, publicado por diario El País de España, señala que los productos lácteos descremados no son más sanos como se cree.
Expertos señalan que este tipo de leche tiene el mismo valor nutricional en cuanto a proteínas, potasio, fósforo y otros nutrientes. Asímismo se sabe que este tipo de lácteos aportan con menor valor calórico y menos grasa. Esto, según el reciente estudio, es desmentido, ya que indica que las personas que mantenían el consumo más alto de derivados lácteos enteros tenían, en general, un 46 % menos de riesgo de desarrollar diabetes que las personas que consumían más lácteos descremados.
En el estudio también se señala que además de desarrollar un riesgo menor de diabetes, las personas que consumen leche entera también tienen menos probabilidad de obesidad abdominal, enfermedades cardiovasculares y otros trastornos metabólicos.
La diferencia entre la leche entera es que esta posee por cada 100 gramos, 3,9 g de grasas, de los cuales 2,5 son saturadas. Mientras que la leche semidesnatada o leche en polvo posee una cantidad más pequeña de grasas saturadas, colesterol y un valor calórico más pequeño.
En el estudio publicado por El País, se señala que “la evidencia no apoya aquella hipótesis que afirma que la grasa láctea o que los lácteos con alto contenido graso contribuyan al aumento de la obesidad o al del riesgo cardio metabólico. Sin embargo, los datos sí que sugieren que el consumo de lácteos con alto contenido graso, dentro de los patrones dietéticos típicos, se asocia de forma inversa con el riesgo de obesidad. Aunque estos hallazgos no han ser tomados de forma concluyente, pueden proporcionar un punto de partida para futuras investigaciones sobre el impacto de la grasa láctea y la relación de elementos alimentarios de origen bovino, en especial la grasa láctea, sobre la salud”.