El retiro de los depósitos se cumplía conforme a una ‘planificación’. La Fiscalía conoce que la red que aparentemente desvió dineros destinados para la construcción del hospital de Pedernales-Manabí acordaba los días y las agencias bancarias en donde se debían ejecutar las transacciones.
Las investigaciones determinaron que la idea de esta operación ordenada era llevar a sus cuentas particulares los fondos sin levantar sospechas.
Las pesquisas también dan cuenta que en las conversaciones, los procesados no usaban sus nombres, sino solo el alias. Hoy, los agentes saben que ‘Cajero’ es la clave usada por Jean Carlos Benavides, asesor del exlegislador Daniel Mendoza.
‘Banquero’ se asignó a Franklin Calderón y ‘Chofer’, a José Santos. Todos están presos. En total, 19 personas son señaladas en el expediente penal .Allí se demuestra a detalle cómo operaba este grupo.
La Fiscalía sostiene que Mendoza y el asambleísta Azuero lideraban a todos. El 23 de abril, los agentes intervinieron una llamada que realizó Benavides. Al otro lado de la línea estaba Calderón.
Durante la comunicación le encargó “una vuelta”. El trabajo consistía en cambiar 10 cheques que tenían la firma del procurador del Consorcio Pedernales-Manabí, José Véliz, también imputado.
Las transacciones se debían realizar en agencias manabitas de BanEcuador. Según esa conversación, Calderón respondió que lo haría y que el dinero, en efectivo, lo tendría dos días después.
Para ejecutar estas órdenes, los encargados de los cobros coordinaban su movilización. De hecho hay dos procesados por servir como choferes.
En el expediente se dice que la Policía siguió a una camioneta que hizo recorridos por agencias de Manta. Según la información levantada, en el vehículo iban Benavides y Miguel Ganchozo, quien habría retirado USD 40 000 de BanEcuador.
Él enfrenta cargos. En poder de la Fiscalía está un informe que presentó la gerencia de esa sucursal sobre los cheques cobrados de la cuenta del Consorcio Pedernales-Manabí desde el 5 de marzo hasta el 29 de abril.
La entidad además conoce el informe de un seguimiento realizado a alias ‘Chofer’ y al también detenido José Párraga, cuando a las 12:45 del 10 de marzo ingresaron a una agencia de BanEcuador-Portoviejo.
Luego salieron con “un monto considerable de dinero”. Un procedimiento similar se utilizó para conocer las actividades de Calderón. Los policías dicen haber visto cuando el 11 de marzo se acercó a la Gerencia del Banco en Manta para obtener la autorización para retiro de dinero en efectivo.
Otro detalle que aparece en el expediente es la transcripción de una escucha. Allí, Benavides alertó a los encargados de cambiar los cheques que tenían inconvenientes.
El 4 de mayo les señala que no había dinero en las agencias al interior de la provincia debido a la pandemia por el coronavirus. Diez días después, él es detenido y estalla esta trama.
En esa conversación, Benavides además habla con alias ‘HD’ y le pide que garantice al menos el cobro de USD 1 millón.
Otros que recaudaban le dicen que las cosas se complican por los controles que ya realizaban militares y policías. Por eso, un día, Calderón se justificó por no ejecutar una orden solicitada previamente.
El martes, Benavides, Calderón y Véliz fueron trasladados desde la cárcel de El Rodeo de Manabí, donde guardan prisión preventiva, hasta la Fiscalía de Quito para rendir versión en el caso Pedernales.
El primero aclaró en su versión que otro de los detenidos, Esteban Velásquez, no sabía nada y que se lo involucró por un error. La Fiscalía lo imputó como otro de los responsables de cobrar los cheques. Calderón, en cambio, sostuvo que fue subcontratado para ayudar en la obra.
En sus testimonios no se refirieron a los supuestos acuerdos que mantenían para coordinar el cambio de los cheques y el retiro de dineros públicos.
Véliz también rindió su versión el martes. Ese día trató de quitar responsabilidad a su esposa, también procesada, y a su hermano, Danilo.
Sobre su conviviente manifestó que solo recibía órdenes para tomar nota de lo que él le indicaba. En cambio, señaló que su hermano era jefe de personal y que le ordenó cobrar cheques para compra de materiales y pagar a trabajadores.
Véliz no habló de las transferencias de USD 5 millones del Consorcio a su cuenta personal. Tampoco se pronunció de las autorizaciones de otros pagos a miembros de la organización que, según la Fiscalía, no mantenían relación laboral con la empresa adjudicada para construir el hospital.
Fuente: El Comercio -Nota Original : LINK