El martes pasado, el titular del organismo, Marcelo Merlo, justificó una nómina con fiscales que habían sido cuestionados por sus vinculaciones políticas o su participación en casos como el 30-S o el asesinato del general Jorge Gabela. Entre ellos estuvo Guillermo Moreno, hermano del presidente de la República.
“Llenándonos de todo el conocimiento y la información se procedió a la designación”, dijo ese día. Sin embargo, dos días más tarde, debido a las críticas recibidas, ocho tuvieron que ser reemplazados.
¿De dónde salieron los nombres iniciales? Merlo admitió que hubo premura debido al “clamor nacional por la despolitización de la justicia” y respondió los detalles dándoles la palabra a los encargados de las direcciones de Talento Humano y de Transparencia de Gestión del organismo.
La explicación oficial fue que el pleno aprobó los nombres porque internamente no registraban cuestionamientos ni objeciones y que la única manera de que se tome en cuenta alguna impugnación en contra de un fiscal era con la presentación de una denuncia formal.