«Motivan esta decisión razones estrictamente familiares y personales, que nada tienen que ver con el contexto de la actual etapa electoral», señala el dirigente en su nota de renuncia publicada por la AUF. La nota se conoce a menos de 24 horas de que se produzcan elecciones en la federación, para las cuales hasta ahora era candidato a otro período de cuatro años durante el cual deberá definirse el futuro del DT de la selección Oscar Tabárez.
La renuncia se produjo de forma abrupta e inesperada, y medios especializados locales manejan la hipótesis de que la decisión de Valdez se debería a la aparición de audios de conversaciones del dirigente grabados sin su consentimiento que podrían comprometer su imagen.
«Hace cinco días atrás me hicieron escuchar unos audios en donde se comprometería un poco la imagen de Wilmar (Valdez), con el cual yo tuve siempre una excelente relación», admitió uno de los candidatos a sucederlo, Arturo Del Campo, según declaraciones radiales reproducidas por el diario El País. El dirigente sería quien hizo escuchar los audios al ahora expresidente de AUF.
En su carta, Valdez señala que las razones de su renuncia «nada tienen que ver con el contexto de la actual etapa electoral» y se refiere a «una serie de especulaciones y rumores que tomaron estado público en las últimas horas», en clara alusión a los audios cuyo contenido desvela a dirigentes, periodistas deportivos e hinchas uruguayos.
El suplemento Referí del diario local El Observador señala que la grabación en cuestión contiene dichos del expresidente de la AUF con duros cuestionamientos a una figura del gobierno, y recuerda que Valdez tenía más votos que cada uno de sus rivales en la previa de la elección del martes. «Deseo expresamente descartar que haya existido cualquier presión indebida, amenaza o extorsión sobre mi persona con el objetivo de tomar esta decisión», argumenta Valdez.
«Mi determinación y el momento en que la adopto -previo a la elección de mañana martes- tiene como objeto trasladar a los candidatos a la Presidencia (de la AUF) y a los clubes votantes, la más absoluta libertad posible para que debatan y acuerden los rumbos y quiénes serán los conductores de la AUF en los próximos cuatro años», sostiene.
Fuente: El Telégrafo