El mantenimiento de la refinería de Esmeraldas finalizó luego de casi seis meses de estar intervenida, cuando inicialmente se anunció que los trabajos durarían 65 días. El viernes 14 de marzo Petroecuador confirmó a EL UNIVERSO que la reparación terminó.
Sin embargo, la institución indicó que todavía no hay una fecha para que la planta de refinación opere al 100 % de su capacidad debido a la rotura que sufrió el jueves el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), por un deslizamiento en el sector de El Vergel, en el cantón Quinindé (Esmeraldas), que obligó a suspender el bombeo de crudo.
Una vez que se tenga certeza del reinicio de bombeo por el SOTE se sabrá cuándo la refinería volverá a trabajar en toda su capacidad, explicó la empresa pública.
La reparación programada se inició en septiembre de 2024 y debía terminar en noviembre, pero los plazos se reprogramaron en más de una ocasión debido a daños inesperados que se encontraron al momento de inspeccionar los equipos, también por problemas con contratistas y por nuevos contratos que al final no se concretaron.
Autoridades y expertos en hidrocarburos han señalado que la raíz de los inconvenientes con la refinería fue la falta de mantenimiento oportuno, ya que la última intervención programada fue en 2019 y debía realizarse dos años después, algo que no sucedió; por lo que en estos años han ocurrido intervenciones emergentes que han obligado a paralizar unidades sin planificación.
Actualmente, el complejo de refinación opera al 40 %. Tiene una capacidad instalada de 110.000 barriles de crudo al día, de los cuales procesó 44.484 barriles, de acuerdo con un reporte de la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos (ARCH), que recoge información desde las 06:00 del 13 de marzo a las 06:00 del 14 de marzo.
Según ese reporte, siete unidades no procesaron nada: Crudo 1, Vacío 1, Viscorreductora 1, Isomerizadora, Merox 300 V (GLP) y dos plantas de azufre. Las razones responden a estar fuera de operación por falta de carga, por baja disponibilidad de carga, por paro emergente, entre otros motivos detallados en el informe.
Otras unidades procesaron entre el 26,58 % y 100 % de su capacidad. Por ejemplo, la Unidad de Fraccionamiento Catalítico Fluidizado (FCC), considerada el “corazón de la refinería”, registró el 70,19 %.
Antes de la inesperada rotura del SOTE se preveía que para el 15 de marzo se entregue por completo el mantenimiento de la planta industrial y con ello el arranque de las unidades en toda su capacidad.
La ministra de Energía y Minas, Inés Manzano, también confirmó a este Diario, el viernes, que la intervención de la refinería había terminado y lo que se ha hecho estos días ha sido probar el funcionamiento de los equipos para verificar su estado.
“Lo que estábamos haciendo es que entra una parte y vemos si está bien. Si hay ajustes, salía para ajustes, porque deben terminar bien el contrato de mantenimiento y readecuación”, explicó Manzano, quien esperaba que el sábado la refinería vuelva a operar a tope.
La planta ha venido operando a la mitad de su capacidad. La ministra comentó que a pesar de estar “sin la mitad de la refinería” se “logró” salir adelante en plena crisis.
“Es superimportante eso (la operación completa de la planta) y también porque comienza a verse otra vez flujo, gente, más trabajadores. Siempre eso trae más beneficios, más bienestar en general, y en buenas condiciones. Todo: seguridad, salud ocupacional y ambiente tiene que estar ahí como tatuado”, expresó.
De Esmeraldas salen naftas (gasolinas), diésel 2 y prémium, Jet A-1 (combustible para aviones), fuel oil, gas licuado de petróleo (GLP), asfaltos y azufre.
El mantenimiento afectó la producción de derivados. En 2024 cayó el 19 %, en comparación con el año previo. En enero de 2025 se produjo un 39 % menos que en igual mes del año anterior, según informes de Petroecuador.
Darío Dávalos, experto en sectores estratégicos, explicó que cuando la refinería retome su funcionamiento normal el primer efecto que se verá es una reducción del volumen de exportación de crudo, porque ese producto será consumido por la planta industrial.
Recordó que en 2024 las exportaciones de petróleo fueron superiores a la producción, porque era material que no estaba ocupando el complejo de Esmeraldas.
Otro efecto será la disminución en la importación de derivados, que Petroecuador compraba para suplir su producción. Solo para enero y febrero de este año se calculaban importaciones por alrededor de $ 134 millones, de acuerdo con reportes de la empresa pública.
También se espera retomar la producción de naftas y que entren en funcionamiento las unidades que elaboran diésel prémium.
El experto mencionó que detrás de la falta de mantenimiento oportuno de la planta estuvo un recorte de recursos por parte del Ministerio de Finanzas, en su momento, lo que impidió ejecutar los trabajos a tiempo.
A finales de febrero, Hernán Poveda, subsecretario de Exploración y Producción de Petróleo y Gas Natural del Ministerio de Energía y Minas, indicó que el próximo mantenimiento de la refinería de Esmeraldas debería darse en los siguientes dos años, es decir, en 2027.
Fuente: El Universo – Nota original