El rescate de víctimas en la ciudad turística de Pedernales, una de las más afectadas por el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió ayer a la costa de Ecuador, se ha convertido en una tarea ardua que se ejecuta "entre la vida y la muerte".

Ese es el criterio de especialistas y de la población de este balneario de la provincia costera de Manabí, asolada por el movimiento telúrico que, de momento, ha dejado 235 muertos y más de 1.500 heridos.

La debilidad de las estructuras colapsadas por el terremoto tornan peligroso el rescate de víctimas atrapadas entre los escombros.

Danilo Parra, del Cuerpo de Bomberos de Quito, integra un grupo de 50 rescatistas de esa institución, enviada por el Municipio de Quito para colaborar con las labores de rescate de víctimas en Pedernales.

Con mucha ilusión, Parra contó que los cuerpos de rescate lograron salvar a un joven atrapado bajo los escombros de un edificio, que funcionaba como hotel y que se vino abajo con el terremoto.

Rescatar con vida a alguien en una situación caótica como la que se vive en Pedernales «es una experiencia maravillosa y para la que estamos listos, para lo que nos hemos preparado», señaló Parra a Efe.

Por el contrario, rescatar un cadáver no alienta, pero «es lo único que podemos hacer», agregó el bombero.

«Se acaba de rescatar a una persona que estaba por unas 15 horas atrapada, con ayuda del Grupo de Operaciones Especiales (GOE, de la Policía), rescatistas del Consejo Provincial de Pichincha (la provincia cuya capital es Quito) y los bomberos» de la capital, relató Parra apenas salió con su equipo de entre los escombros de la edificación colapsada.

«Estamos ayudando aquí. Nuestro trabajo es dar apoyo, rescatar personas», señaló tajante y destacó la actitud de ayuda de la población para colaborar con los especialistas.

«La población ayuda bastante» y alienta la labor de los cuerpos de rescate, añadió el bombero.

Sin embargo, la tarea parece titánica dada la magnitud de la tragedia en Pedernales, donde las autoridades calculan que el 80 por ciento de edificaciones han colapsado o presentan daños estructurales.

Por ello, muchas de las entidades de rescate de ayuntamientos de todo el país han enviado especialistas para colaborar con la tarea en Pedernales y en otras ciudades de la provincia costera de Manabí, que figuran entre las más afectadas por el sismo.

Ecuador también espera la llegada de grupos de rescatistas de otros países que han ofrecido ayudar a Ecuador ante la tragedia provocada por el terremoto.

Colombia, Chile, El Salvador, Venezuela y España han confirmado el envío a Ecuador de grupos de rescate y perros adiestrados en búsqueda y rescate de víctimas.

Panamá, Francia y Estados Unidos, así como organizaciones no gubernamentales extranjeras, también han ofrecido su ayuda al Gobierno ecuatoriano.