En sus testimonios, los menores identificaron a cuatro maestros como sus agresores. Los niños, de 7 años de edad, relataron en la cámara de Gesell que fueron acorralados en los baños de la institución, golpeados y amarrados por Eduardo B. S. y Máximo M. M. Otros dos educadores son procesados por el delito de violación. Según el artículo 151 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), el delito de tortura se sanciona con pena privativa de libertad de 7 a 10 años.
La sanción puede llegar hasta 13 años si el afectado es menor de 18 años. Esta es la tercera vez que se instala la audiencia. En julio pasado, los padres de los menores ratificaron los testimonios de sus hijos.
En la diligencia narraron que eran amenazados, incluso habrían sido obligados a beber sustancias extrañas. Hernán Ulloa, abogado de los padres, reiteró que pedirán 40 años para cada maestro, por agravantes y por acumulación de penas. Los familiares de Máximo M., en cambio, rechazan la acusación. Esta tarde se concentraron en los exteriores del juzgado con pantacartas y camisetas marcadas con la fotografía del docente.
«Tenía tres años en ese colegio como inspector y maestro de Educación Física, y nunca hubo quejas en su contra. Queremos que investiguen a los padres de los niños porque los han manipulado», dijo la esposa del maestro. El caso fue denunciado en octubre de 2017. El plantel fue intervenido y los niños, reubicados en otros establecimientos educativos.
Fuente: El Comercio