Washington y Moscú habían presionado a las fuerzas gubernamentales y a los grupos rebeldes para que aceptaran un cese del fuego en Alepo inicialmente durante las jornadas del jueves y el viernes.
«Para evitar que la situación empeore, a iniciativa de la parte rusa, el régimen del silencio [de las armas] en la provincia de Latakia y en la ciudad de Alepo se prolongó durante 72 horas a partir del 7 de mayo a las 00H01 locales», indicó el ministerio ruso en un comunicado.
El alto el fuego inicial debía terminar a primera hora del sábado después de dar un respiro a los habitantes tras dos semanas de combates que mataron a más de 280 civiles.
El cese del fuego en Alepo forma parte de los esfuerzos internacionales para reavivar la tregua del 27 de febrero, vigente en todo el país excepto en los sectores controlados por los yihadistas del grupo Estado Islámico y del Frente Al Nosra, y para impulsar las negociaciones de paz.
La guerra, que ha dejado más de 270.000 muertos en cinco años de conflicto, también ha provocado el exilio masivo de más de la mitad de la población y una grave crisis humanitaria.