“Rusia decidió reanudar su ofensiva por mostrar Kiev poco interés de influir sobre los nacionalistas y prolongar el régimen de alto el fuego”, dijo Konashenkov ante la prensa.
El portavoz ruso relató que los batallones nacionalistas ucranianos aprovecharon el alto el fuego decretado por Rusia para “reagrupar sus fuerzas y reforzar las posiciones”.
El anuncio de un alto el fuego temporal ocurrió para permitir la apertura de corredores humanitarios que permitan la evacuación de la población civil en las ciudades de Mariúpol y Volnovaja, en el este de Ucrania -aplazada luego indefinidamente por la reanudación de los combates-, y con la decisión de importantes medios de comunicación internacionales, entre ellos la Agencia Efe, de cesar temporalmente su producción informativa en Rusia por la amenaza que supone para sus periodistas la reforma del código penal recién aprobada en Moscú.
Por otro lado, la tercera ronda de las negociaciones entre Ucrania y Rusia tendrá lugar el lunes, anunció un miembro de la delegación ucraniana, David Arakhamia, en el décimo día de la invasión rusa.
“La tercera ronda de negociaciones tendrá lugar el lunes”, escribió Arakhamia en su página en la red social Facebook.
Desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania, el 24 de febrero, ambos países se han reunido en dos ocasiones, la primera vez el lunes, en la región de Gómel, en Bielorrusia, cercana a la frontera ucraniana, sin grandes avances.
La segunda, el jueves, en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, en la localidad de Belovezhskaya Pushcha, en la región bielorrusa de Brest, según fuentes bielorrusas y rusas.
En esta segunda ronda no se lograron detener los combates, pero se acordó la apertura de corredores humanitarios para la población civil.
FMI advierte de impactos devastadores
Por su parte, en la misma jornada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que los ya serios impactos económicos globales de la guerra en Ucrania desatada con la invasión rusa serían “aún más devastadores” si el conflicto se intensifica.
“Si bien la situación sigue siendo muy fluida y las perspectivas están sujetas a una incertidumbre extraordinaria, las consecuencias económicas ya son muy graves”, señaló el FMI en un comunicado después de una reunión de su junta ejecutiva el viernes. «
Si el conflicto se intensifica, el daño económico sería aún más devastador”, destacó el organismo.
El repunte de los precios de la energía y de las materias primas en general, con el barril de petróleo ahora cotizado a cerca de 120 dólares, se suma al repunte inflacionario que ya vivía el mundo al término de la pandemia de COVID-19.
“El salto de los precios tendrá efectos en todo el mundo, en particular en los hogares de bajos ingresos para quienes los gastos en alimentos y energía representan una proporción mayor” de su presupuesto que el promedio, adelantó el Fondo.
En cuanto a Ucrania, “ya está claro” que el país tendría que afrontar costes “significativos” relacionados con la reactivación de la economía y la reconstrucción de edificios e instalaciones totalmente destruidos o dañados.
Según el FMI, la asistencia financiera de emergencia solicitada por Ucrania, y que la entidad había informado el 25 de febrero, ascendía a 1.400 millones de dólares.
La solicitud podría presentarse formalmente a la junta directiva del FMI “a partir de la próxima semana”, según el comunicado de prensa del sábado.
Los países que tienen estrechas relaciones con Ucrania y Rusia están “particularmente en riesgo de escasez y problemas de suministro”, subraya el FMI.
Manifestaciones en contra de invasión continúan
En tanto, las manifestaciones multitudinarias para pedir a Rusia que salga de Ucrania continuaron este sábado.
Decenas de miles de manifestantes salieron a las calles de distintas ciudades europeas para exigir a Rusia que de marcha atrás a la invasión militar de Ucrania, y ponga fin a la guerra.
Una de las protestas más multitudinarias fue la que se celebró en Zagreb, capital de Croacia -país miembro de la UE y de la OTAN- y en la que participó el embajador del país invadido, Vasilj Kirilic, quien destacó, dirigiéndose a los manifestantes con un discurso por el que fue ovacionado, que “esto no es guerra, es genocidio”.
Otra de las protestas más concurridas se desarrolló en Letonia, donde más de 30.000 personas se manifestaron en su capital, Riga, para condenar la devastadora invasión.
En Roma se movilizaron decenas de miles de personas, convocadas por la Red Italiana para la Paz y el Desarme, en una marcha nacional que llenó el centro de la capital de banderas con los colores del arco iris para pedir el final de la guerra y el diálogo como único medio para lograrlo.
Unos 20.000 manifestantes, según la policía, y 50.000, según los organizadores, se congregaron en la Plaza de San Giovanni, escenario emblemático de las protestas en Roma, después de que la marcha, encabezada por una gran bandera multicolor, recorriese varias kilómetros por el centro romano con el lema “Parad la guerra. Por una Europa de la paz”.
La manifestación italiana contó la participación de numerosas organizaciones estatales de la sociedad civil, entre ellas el mayor sindicato del país, la CGIL, cuyo secretario general, Maurizio Landini, pidió la intervención de la ONU en las negociaciones para detener el conflicto.
En Zúrich, principal ciudad de la Confederación Helvética, se manifestaron más de 40.000 personas, además de otras tantas que salieron a las calles de Berna, Ginebra y San Galo, principalmente.
Bajo el lema el lema “Paz ahora”, en las manifestaciones suizas destacaron las invocaciones a un cese inmediato de las hostilidades, al retiro de las tropas rusas y a la celebración de negociaciones diplomáticas que hagan posible detener los ataques.
En Londres, cientos de personas se congregaron en la céntrica plaza de Trafalgar para protestar por la invasión rusa de Ucrania y exigir el fin de la guerra, muchas de ellas de origen ucraniano residentes en el Reino Unido, que durante la protesta entonaron el himno nacional de su país y corearon lemas como: “Detened a Putin, detened la guerra”.
Otro acto de gran simbolismo contra la guerra fue protagonizado en la capital francesa por la diseñadora ucraniana Lili Litkovskaya, quien se instaló en el salón de moda de París Tranoi con una bandera azul y amarilla como reclamo para que otros diseñadores se movilicen en redes sociales y en las manifestaciones a favor de su país, asediado por Rusia.
Mientras tanto, en Rumanía continuaron entrando, por la frontera de Siret, miles de ucranianos que huyen de la invasión rusa y buscan acogida en el vecino país, donde se ha desatado una ola de solidaridad y se teme que la situación empeorará los próximos días.
Asimismo, Estados Unidos volvió a pedir a sus ciudadanos que abandonen Rusia inmediatamente debido a la posibilidad de sufrir “hostigamiento” por parte de las fuerzas de seguridad rusas, en un momento de escalada en las tensiones entre Washington y Moscú por la guerra en el este europeo. (I)
Fuente: El Universo – Nota original: LINK