La fiscal Verónica Murgueytio logró demostrar que la joven de 19 años fue quien planificó la muerte de su madre y para lograrlo contrató al guardia de seguridad de la urbanización en la que vivían, en el sector de Cumbayá, quien con un objeto contundente golpeó a la víctima en la cabeza dejándola sin vida.
El crimen ocurrió el 19 de agosto de 2016 en el garaje de la vivienda de la fallecida. Luego de ello su hija y el hombre de seguridad colocaron el cadáver en la cajuela del vehículo de la víctima y lo condujeron hasta la Panamericana Norte, en donde lo abandonaron.
Un policía que estaba patrullando esa vía fue quien descubrió que en el interior del auto se encontraba el cuerpo de la mujer de 53 años.
El guardia recibió la misma condena por ser el autor del asesinato, mientras que Francisco A., amigo de la hija de la fallecida, fue sentenciado a ocho años y ocho meses de privación de libertad, pues la fiscalía demostró que vendió el celular de la víctima y retiró USD 610 de la cuenta de la mujer en diferentes cajeros automáticos, mientras se ejecutaba el crimen.