Ayer, 18 de julio del 2020, el segundo día de los controles que la Policía, el Ejército y el Municipio realizan en las siete parroquias más complicadas de Quito, se pudo notar una disminución de las aglomeraciones y el movimiento, en sectores como El Tejar y San Roque, aunque aún hay informalidad y desorden, sobre todo en calles como la Chile, Venezuela y Rocafuerte.

El número de contagiados registrados en estas siete parroquias aumentó tras los megaoperativos. Crédito: Twitter AMC.

La imagen de las calles del Centro Histórico de Quito abarrotadas de personas, con cientos de vendedores ambulantes, con adultos mayores y niños sin mascarilla, empezó a cambiar.

Ayer, 18 de julio del 2020, el segundo día de los controles que la Policía, el Ejército y el Municipio realizan en las siete parroquias más complicadas de Quito, se pudo notar una disminución de las aglomeraciones y el movimiento, en sectores como El Tejar y San Roque, aunque aún hay informalidad y desorden, sobre todo en calles como la Chile, Venezuela y Rocafuerte.

En la capital se vivió una mañana con intenso movimiento vehicular, personas caminando en los alrededores de centros de comercio, y personal militar y policial recorriendo las zonas conflictivas.

Como parte de los megaoperativos que buscan frenar la propagación del covid-19 en el Distrito, las autoridades hicieron control de licenciamiento en negocios, medidas de bioseguridad, informalidad y distanciamiento físico en el centro, Cotocollao, Guamaní, Chillogallo, La Magdalena, Belisario Quevedo y Calderón.

A las 10:00, en la plaza de Cotocollao, norte, de un camión y un bus descendieron 70 miembros del Ejército y se desplegaron en la calle Lizardo Ruiz.

Como parte de las labores, se sancionó a una persona que estaba haciendo mal uso del espacio público. Una funcionaria de la Agencia Metropolitana de Control (AMC) indicó que se procura no sancionar en la primera ocasión, porque la gente necesita trabajar. Pero, en caso de reincidencia, se abre un proceso administrativo.

Hubo tumultos, aunque en menor proporción de los que ocurren habitualmente. En Calderón el movimiento fue menor. La calle con más comercio fue la 9 de Agosto.

Productos de todo tipo, como alimentos y artículos de limpieza, se ofrecían en las aceras, en coches y en vehículos. En Carapungo, en la av. Padre Luis Vacari, el movimiento fue escaso y en la mañana no hubo aglomeraciones.

En el parque y en la plaza del sector, tres familias salieron con niños a jugar, y dos más sacaron a pasear a sus mascotas. Todos guardando medidas de seguridad.

En la calle Río Cayambe y en la Galo Plaza hubo venta de mascarillas, frutas y verduras, así como locales que ofertaban alimentos para llevar.

El balance del primer día de los megaoperativos que se iniciaron el viernes 17 de julio  fue positivo, según Juan Zapata, director del ECU 911.

Aseguró que en las siete parroquias estos eventos han disminuido en un 22% en comparación con el jueves 16. No dio más cifras ya que la otra semana evaluarán los resultados y se pronunciarán.

Según la AMC, durante el primer día de los controles reforzados, en el centro se emitieron 16 sanciones por no utilizar mascarilla, 12 por no tener la Licencia Única para el Ejercicio de Actividades Económicas (LUAE), una por libar en el espacio público y 264 por ventas informales.

Alejandro Jaramillo, secretario de Seguridad (e), dijo que, además, la noche del viernes 17 de julio se encontró personas libando en las calles, menores de edad bebiendo en vehículos y en el espacio público, y hallaron una fiesta clandestina en Calderón.

 En Quitumbe -también el primer día- la Intendencia de Policía clausuró un depósito de cerveza en donde se ingería alcohol y una licorería abierta en el toque de queda, donde hallaron gente libando.

En total se sancionó a 25 personas por el incumplimiento del toque de queda. La multa es de USD 100. Y se suspendió una fiesta con 15 menores.

Desde el 18 de marzo hasta el 16 de julio, la Intendencia hizo controles en 227 938 establecimientos.

Se clausuraron 68 negocios entre restaurantes, karaokes, billares, bares, licorerías, tiendas, fruterías y más. Asimismo, 39 locales y 140 eventos fueron suspendidos y hubo 14 detenidos.

Desde el 12 de marzo se han decomisado 3 829 litros de licor artesanal. El control no se limita a estas zonas sino que continúa en toda la urbe. Ayer se verificó el cumplimiento de medidas de seguridad en heladerías, papelerías y tiendas de La Mariscal.

Fuente: El Comercio – Nota Original : LINK