Sin embargo, se pueden detectar diferencias sobre la estructura, pues este año suben los recursos destinados a lo social, mientras bajan los subsidios a combustibles.
De acuerdo con los datos presentados, los subsidios a combustibles este año llegarán a $ 1.900 millones, de los cuales $ 320,2 millones se destinan a gasolinas; $ 721 millones a diésel, $ 813 millones a gas licuado de petróleo (GLP) o gas doméstico y $ 45 millones a otros combustibles. En el presupuesto del 2020 se había destinado $ 1.956,7 millones.
Sin embargo, las diferencias entre lo presupuestado inicialmente para 2020 y lo presupuestado para 2021, va más allá de los números. En primer lugar, la proforma 2020 fue presentada en noviembre del 2019 cuando aún no se conocían de los problemas que llegarían por causa de la pandemia; en ese tiempo se había establecido un subsidio considerando un precio del crudo de $ 51,3. Ahora el precio considerado es de $ 59,8.
Una vez producida la pandemia, los subsidios a combustibles fueron menores ya que la contracción hizo que los precios bajaran y que hubiese menor consumo. Sin embargo, la carga en combustibles resulta menor gracias a la banda de precios que va acortando la brecha de los subsidios. Si no fuera así, ahora con un precio más alto y mayor consumo, el subsidio se hubiese disparado.
Fuente: El Universo, nota original: LINK