La cifra de muertos tras un enorme sistema de tormentas que azotó con tornados y vientos devastadores el sur y centro de Estados Unidos subió a 18, informaron funcionarios este sábado.
Un portavoz de la agencia de gestión de emergencias de Tennessee, uno de los estados más afectados desde el viernes, confirmó a la AFP siete muertes relacionadas con los eventos meteorológicos, que se suman a las 11 que reportaron más temprano funcionarios de Arkansas, Misisipi, Indiana y Alabama.
Los habitantes de Little Rock, la capital, despertaron el sábado con un panorama sombrío de autos volteados, enormes árboles arrancados del suelo, líneas telefónicas rotas y casas destrozadas.
El alcalde de Little Rock, Frank Scott Jr., dijo que “cerca de 30 individuos fueron transportados a nuestros hospitales locales”.
Lara Farrar, periodista de una publicación económica local, declaró a la AFP por teléfono que estaba “totalmente conmocionada” por los destrozos cerca de su casa en esta ciudad de 200.000 habitantes.
Más de 154.000 hogares seguían sin electricidad este sábado, según la web Poweroutage.us.
Tormentas dañinas
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) emitió alerta de tornado en los estados de Tenessee, Illinois y Iowa.
Precisamente, en el estado de Illinois (centro-este de Estados Unidos) las severas tormentas también dejaron secuelas y daños varios.
En la noche de viernes a sábado, el desastre alcanzó a la ciudad de Belvidere, cuando una poderosa tempestad provocó el colapso del techo y parte de la fachada del Teatro Apolo, en medio del concierto de una banda de heavy metal.