Ambos mandatarios salieron de su reunión en Helsinki expresando su deseo de cooperar en los desafíos globales, después de conversaciones sobre una serie de temas que incluyó desde Siria, Ucrania y China hasta la imposición de aranceles y el tamaño de sus arsenales nucleares.
De pie junto a Putin en una conferencia de prensa conjunta, Trump dijo que habían «pasado bastante tiempo hablando sobre» la supuesta injerencia electoral de Moscú en las elecciones de 2016 que ganó el actual presidente estadounidense.
Evitó entrar en detalles o condenar explícitamente cualquier interferencia rusa, luego que 12 agentes rusos fueron acusados la semana pasada por este caso en Estados Unidos.
Cuando se le presionó sobre el veredicto de sus propios jefes de inteligencia, Trump enfatizó que Putin «fue extremadamente fuerte y contundente en su negativa hoy y lo que hizo fue una oferta increíble», dijo el ocupante de la Casa Blanca.
Agregó que la investigación del fiscal especial Robert Mueller había sido un «desastre» para Estados Unidos. Trump volvió a negar cualquier tipo de colusión entre su campaña y el Kremlin, mientras Putin sostuvo: «El Estado ruso nunca ha interferido y no planea interferir en los asuntos internos de Estados Unidos».
El mandatario estadounidense, empeñado en forjar un vínculo personal con el jefe del Kremlin a pesar de las acusaciones electorales, ingresó a la cumbre culpando a la «estupidez» de sus predecesores por dejar hundir las relaciones bilaterales hasta los niveles actuales. Tanto Trump como Putin se empeñaron en resaltar los puntos positivos. «Nuestra relación nunca ha sido peor de lo que es ahora.
Sin embargo, eso cambió hace aproximadamente cuatro horas. Realmente lo creo», dijo Trump, y prometió que la cumbre era «sólo el comienzo». «Muy, muy buen comienzo», remarcó. Putin agregó: «Es obvio para todo el mundo que las relaciones bilaterales atraviesan un periodo difícil. Sin embargo, no hay razones objetivas para estas dificultades y el actual clima de tensión», afirmó.
Tras celebrar «la atmósfera franca» de la cumbre, el líder ruso consideró las conversaciones como «muy exitosas y útiles». Puros elogios El encuentro sólo con sus respectivos traductores duró más de dos horas en un salón del palacio presidencial de la capital finlandesa, que tiene una larga tradición como sede de cumbres Este-Oeste.
Antes de esta reunión, Trump había expresado ante Putin su esperanza en lograr una relación «extraordinaria». «Me complace enormemente que nos encontremos», «ha llegado el momento de hablar sobre nuestras relaciones de fondo», dijo Putin.
Y Trump también aclaró con su tono habitual: «Llevarse bien con Rusia es algo bueno, no es algo malo». En Washington disgustó a muchos la decisión de Trump de sentarse a solas con Putin, preocupados por lo que podría negociar con el exjefe de espías de la KGB, después de haberse codeado con líderes autocráticos de China y Corea del Norte.
De hecho, algunos críticos en su país querían la suspensión de la cumbre de Helsinki, después que el viernes fueran acusados formalmente por Mueller los 12 agentes rusos tras una larga investigación sobre la supuesta piratería de correos electrónicos demócratas en un intento por llevar a Trump al poder. Putin, felicitado por Trump y otros tantos líderes mundiales por la exitosa organización del Mundial Rusia-2018, dijo: «Ha llegado el momento de hablar de manera sustantiva sobre nuestras relaciones y áreas problemáticas del mundo».
Trump agregó: «Francamente, no nos hemos llevado bien durante los últimos años. Y realmente creo que el mundo quiere que nos llevemos bien. Somos las dos grandes potencias nucleares».
Duras críticas de legisladores de EE.UU. Para el senador republicano John McCain, «la conferencia de prensa de hoy en Helsinki es uno de los desempeños más vergonzosos de un presidente estadounidense que podamos recordar». «Ningún presidente anteriormente se ha humillado de forma más abyecta ante un tirano» que Trump, afirmó McCain.
El legislador demócrata Jimmy Gomez fue aún más allá y apuntó que el mandatario había llegado a los límites de la «traición». «Aliarse con Putin contra los servicios estadounidense de inteligencia es asqueroso; pero no defender a Estados Unidos está al borde de la traición.
Todos los estadounidenses deberían estar preocupados», apuntó. Muchos diplomáticos y analistas temen que el presidente estadounidense haga una serie de concesiones a Putin, en cuestiones como la guerra en Siria o la anexión de Crimea por Rusia. Antes de la cumbre, Trump afirmó en un sorprendente tuit que las tensas relaciones entre Washington y Moscú se deben a «la caza de brujas» del FBI, que investiga la influencia rusa en las presidenciales estadounidenses.
Esta cumbre fue la cuarta de un presidente estadounidense con un líder ruso o soviético en Helsinki, después de los encuentros entre Gerald Ford y Leonid Brézhnev (1975), George Bush y Mijaíl Gorbachov (1990) y Bill Clinton y Boris Yeltsin (1997).
Fuente: El Telégrafo