«Hemos hecho nuestro trabajo», señaló Davutoglu en una rueda de prensa junto al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk; el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans; y la canciller alemana, Angela Merkel, que han visitado hoy centros de atención de refugiados en el sur del país.
El primer ministro turco insistió en que de las cifras de hasta 6.000 refugiados diarios que cruzaban el mar hacia Europa el pasado noviembre, se ha pasado ahora a apenas unos 130.
«Se ha llegado al punto de que algunos días ningún refugiado en absoluto cruza ese mar», afirmó.
Davutoglu rechazó las acusaciones de Amnistía Internacional acerca de que Turquía está expulsando a refugiados sirios a zonas en guerra en Siria.
«Amnistía Internacional ha hecho un trabajo que no está muy claro, pero yo lo digo muy claramente: Turquía no ha enviado a nadie contra su voluntad a Siria. No hacemos eso», subrayó.
Asimismo, Davutoglu advirtió de que la liberalización de visados para que los turcos puedan viajar a la Unión Europea es una parte esencial del acuerdo cerrado con Bruselas por el que Turquía aceptaba recibir a los refugiados que lleguen a las islas griegas a cambio de 6.000 millones de euros para atenderlos en su territorio.
Otras de las condiciones era desbloquear y acelerar las negociaciones para la entrada de Turquía en el club comunitario.