La NASA lanzó el jueves por la noche una sonda espacial llamada OSIRIS-REx para perseguir un asteroide oscuro y potencialmente peligroso llamado Bennu. La sonda tomará una muestra del asteroide y, en una novedad para el programa espacial de Estados Unidos, la traerá de vuelta a la Tierra.

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“¡La NASA lo hizo de nuevo!”, dijo Jim Green, director de la División de Ciencia Planetaria de la agencia espacial, durante una reunión tras el lanzamiento.

“Esta noche es una noche para celebrar”, dijo Ellen Stofan, científica de la NASA. “Vamos en camino a un asteroide”.

La sonda OSIRIS-REx despegó a las 7:05 pm ET desde Cabo Cañaveral en la punta de un cohete Atlas V de United Launch Alliance. “Nuestra nave @OSIRISREx está en camino y todo va de acuerdo al itinerario”, tuiteó la NASA.

Los encargados de la misión dijeron que el lanzamiento no había tenido contratiempos, que la nave está en excelentes condiciones y que la misión está cumpliendo con todos sus objetivos iniciales.

“La OSIRIS-REx está feliz y saludable”, dijo Rich Kuhns, director del programa en Lockheed Martin Space Systems, la empresa que construyó la nave.

El investigador principal de la misión, Dante Lauretta, dijo que el próximo gran momento será ver el asteroide Bennu por primera vez desde la OSIRIS-REx.

“Todos en el equipo tienen una imagen en sus cabezas de cómo se verá Bennu y será genial verlo como es en realidad”. Esas imágenes comenzarán a llegar dentro de unos dos años, cuando la sonda se vaya acercando al asteroide.

La vida real imitando a Hollywood

Si piensas que la misión a Bennu se parece un poco a la trama del filme de ciencia ficción de 1998 Armageddon, estás en lo correcto, pero sin Bruce Willis (la nave no va tripulada) y sin transbordadores espaciales (la NASA los jubiló en 2011).

En esta historia de la vida real, la OSIRIS-REx estudiará y recogerá una muestra de Bennu, un asteroide grande y redondo que ha entrado en la lista de asteroides potencialmente nocivos de la NASA. Eso significa que Bennu es una de las rocas espaciales más peligrosas de las que tenemos conocimiento debido a que algún día podría chocar con la Tierra.

Está programado que la sonda llegue a Bennu en agosto de 2018. Durante meses se dedicará a tomar fotos, escanear la superficie del asteroide y crear un mapa.

Luego, en julio de 2020, la OSIRIS-REx desplegará su brazo robótico de 3-35 metros de largo llamado TAGSAM y hará contacto con la superficie de Bennu durante unos cinco segundos. Durante ese corto tiempo, el brazo usará una ráfaga de nitrógeno para levantar rocas y polvo y así tratar de asir una muestra de polvo y guardarla. “Básicamente somos una aspiradora espacial”, dijo Lauretta.

La NASA espera conseguir al menos 60 gramos y tal vez hasta 2 kilogramos de polvo y pequeñas rocas del asteroide.

La OSIRIS-REx comenzará el camino de vuelta a casa en marzo de 2021 y llegará a la Tierra el 24 de septiembre de 2023, pero no aterrizará. En un drama estilo Hollywood, la sonda volará sobre Utah y dejará caer una cápsula con las muestras del asteroide. Un paracaídas guiará la cápsula hasta un campo de pruebas en Tooele County, Utah.

¿Puede Bennu impactar la Tierra?

La respuesta corta es tal vez. Si lo hace, es lo suficientemente grande como para provocar daños. Benni tiene un diámetro de 492 metros. Su próximo acercamiento a la Tierra será en 2135 cuando pasará justo dentro de la órbita lunar.

Este acercamiento cambiará la órbita de Bennu y los científicos creen que podría esto podría hacer que imparte en la Tierra en algún momento entre 2175 y 2199. Las posibilidades son mínimas, cerca de una en 2.500, pero la NASA quiere tener la mayor precaución posible sobre cualquier amenaza al planeta.

Vale la pena aclarar que aunque Bennu es una amenaza conocida, la NASA ha dicho que solo se ha encontrado poco más del 50% de los asteroides del tamaño de Bennu cercanos a la Tierra. Lo que significa que podría haber muchas más amenazas desconocidas ahí afuera.

Lo que no hará OSIRIS-REx

No hará estallar a Bennu y no salvará a la Tierra de otras rocas espaciales amenazadoras. Ahora mismo, los esfuerzos para defender al planeta de asteroides y cometas están en pañales.

“Se necesita más que una sola agencia para el tipo de capacidades necesarias para esto”, dijo a CNN Lindley Johnson, de la nueva Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA.

Explicó que la nueva oficina está coordinándose con distintas agencias, el gobierno de Estados Unidos y otras naciones para ayudar a desarrollar recursos para defender la Tierra de asteroides de 100 metros o mayores (Para asteroides más pequeños solo nos dirán que nos resguardemos).

Pero tenemos que saber con muchos años de anticipación que una roca peligrosa se acerca a nosotros para que podamos hacer algo.

“Necesitaríamos probablemente una advertencia de entre 5 y 10 años para ser capaces de lanzar una misión especial que desvíe el objeto”, dijo Johnson.

Más sobre la nave

El nombre OSIRIS-REx es un acrónimo de los objetivos de la misión: Orígenes, Interpretación Espectral, Identificación de Recursos y Exploración de Seguridad. El acrónimo también es el nombre del dios egipcio Osiris.

La sonda mide 6 metros de largo con sus placas solares desplegadas. Tiene 2-43 metros de ancho y una altura de 3-15 metros. Sin combustible, pesa 880 kilogramos y con combustible, 2.1 toneladas. La cápsula para las muestras pesa unos 45 kilos.

Toda la misión cuesta unos 800 millones de dólares sin contar e cohete.

El nombre del asteroide, Bennu, fue idea de un estudiante de Carolina del Norte, Michael Puzio, durante un concurso internacional en 2013. Pulió, quien entonces tenía 9 años, pensó que el brazo robótico y los paneles solares de la nave se parecían al pájaro Bennu, también de la mitología egipcia. Previamente la roca era conocida en la comunidad científica como 1999 RQ36.

¿Y qué le pasará a la nave tras dejar las muestras?

OSIRIS-REx seguirá volando y llegará hasta la órbita del Sol. La NASA dice que tal vez será reutilizada, pero que no volverá a traer muestras a la Tierra.