La contaminación producto de la explotación petrolera estatal es remediada con mano de obra local y con técnicas internacionales.
Ese proceso se desarrolla dentro del programa Amazonía Viva de Petroamazonas en varios puntos de la región amazónica. Uno de ellos es Charapa en la parroquia General Farfán, en Sucumbíos, al que visitaron este martes 21 de mayo los medios de comunicación.
Allí trabajan 18 personas. Hasta el momento han extraído 2.000 m3 de suelo con residuos de crudo. El material luego es tratado en el Centro de Gestión de Pasivos en San Isidro. La liberación de impurezas toma entre seis y ocho meses.
Vanesa Estrella, técnica de Amazonía Viva, indicó que entre 2014 y 2018 se han invertido USD 90 millones en remediación en la región. Al momento se han limpiado 852 fuentes de contaminación en Sucumbíos y Orellana y se han obtenido 1,2 millones de m3 de suelo remediado. Posterior a la descontaminación en los diferentes puntos de las provincias amazónicas, el Ministerio del Ambiente certifica si el proceso cumplió con los estándares que exige la normativa. Según el ministro de Energía y Recursos no Renovables, Carlos Pérez, eso significó la recuperación de 40.000 barriles de petróleo que estaban en tierra.
Para este año, Petroamazonas contempla la limpieza de 200.000 m3 de suelo de 120 fuentes de contaminación en toda la zona. Parte de las políticas de la petrolera estatal es el apoyo a los negocios que son parte de su cadena productiva. Este martes 21 de mayo también se asignaron $ 53 millones para la contratación de servicios de alimentación, limpieza, vestimenta y transporte para 12 campos petroleros.
Las beneficiadas de esos procesos son empresas que pertenecen a la Economía Popular y Solidaria. Los contratos tendrán una vigencia de dos años, a partir de junio de este año. Freddy Vargas, en representación de los proveedores, indicó que los prestadores de esos servicios son de Napo, Orellana y Sucumbíos. “El Estado nos ha otorgado las facilidades para operar en los servicios que prestamos. Seguiremos trabajando con mucho esfuerzo”, dijo.
Fuente: El Telégrafo – Nota Original: LINK