Las alertas se encendieron durante el proceso de emisión de pasaportes ordinarios.
“Se detectaron a connacionales que, encontrándose en territorio europeo, no habían registrado la emisión de un pasaporte en Ecuador o contando con este documento, no tenían una salida del país”, señaló la Cancillería.
Después de darse cuenta de ese hecho, el Ministerio de Relaciones Exteriores realizó en cada caso una entrevista de validación de datos personales.
Así se obtuvieron indicios de que estas personas habrían llegado a Europa mediante redes de tráfico.
La forma de operar de esta red es vender los pasaportes extranjeros a los migrantes ecuatorianos.
El costo por ese documento eras de entre USD 2 mil 500 y USD 3 mil.
Al arribo de los ecuatorianos al continente europeo, en algunos casos, los pasaportes eran retirados por personas desconocidas.
Ante estas evidencias y «en procura de precautelar a los ciudadanos ecuatorianos de realizar una migración riesgosa», la Cancillería realizó la denuncia por suplantación de identidad, adquisición y uso ilegal de documentos de viaje extranjeros, y otros delitos conexos.
Fuente: El Comercio-Nota Original: LINK