Terminado el escrutinio primario, Lacalle Pou, de 46 años, líder del Partido Nacional, obtenía 48,71% de los votos, y Martínez 47,51%, en unos comicios que se definen por mayoría simple.
Pero la diferencia de apenas 30 000 votos es inferior a la de los votos “observados”, cuando los electores sufragan en circuitos que no les corresponden o no figuran en el padrón, en este caso unas 35 000 papeletas, por lo que hay que esperar a que la Corte Electoral realice el escrutinio secundario (el recuento voto a voto), que esta vez será clave para definir al nuevo presidente.
La ley establece que en esos casos se podrá votar en forma “observada”, para que luego la Corte deberá coteje la existencia del elector en el padrón antes de validar el sufragio, por lo que este recuento demanda más tiempo.
El escenario es adverso para Martínez. Escrutado el 100% de los circuitos, el candidato necesita obtener el 91% de los votos observados, según la consultora Enia, que analiza las estadísticas de la votación.
Fuente: El Comercio, nota original aquí: LINK