La convocatoria a la llamada toma de Venezuela ocurre después del anunciado diálogo nacional para el próximo 30 de octubre en Isla de Margarita y de que la Asamblea Nacional -de mayoría opositora- declaró que busca impulsar un juicio político contra Nicolás Maduro.
El martes, la Asamblea pidió a Maduro comparecer el próximo 1 de noviembre. En los debates del martes, la Asamblea declaró la responsabilidad política de Maduro sobre la crisis política, económica y social en el país.
Lilian Tintori, esposa del líder opositor encarcelado Leopoldo López, pidió a los venezolanos sumarse a la movilización a través de Twitter.
También lo hizo Henrique Capriles, gobernador del estado de Miranda y uno de los principales impulsores del referéndum revocatorio, fue uno de los líderes opositores que pidió sumarse a la movilización.
Gobierno y oposición se acusan mutuamente de organizar un golpe de estado. El domingo, la Asamblea aprobó el proyecto de Acuerdo para la restitución de la Constitución de la República, del orden institucional y la democracia.
En dicho acuerdo declara «la ruptura del orden constitucional en Venezuela y la existencia de un golpe de Estado, cometido por el régimen de Nicolás Maduro en contra la de Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el pueblo de Venezuela».