Tras un 2017 lleno de actualizaciones (muchas copiadas de otras aplicaciones que ya las ofrecían), WhatsApp parece dispuesto a no terminar con la «racha» innovadora y para los próximos meses de 2018 tiene prevista la implementación de nuevas e interesantes funciones.
Una de ellas es la posibilidad de realizar videollamadas y llamadas en grupo. Hasta ahora era posible las llamadas de voz y vídeo, pero entre dos cuentas individuales, es decir, solo entre dos personas. Esta opción permitirá que tu grupo de amigos pueda realizar videoconferencias en tiempo real, agregando nuevas herramientas a las ya conocidas. Además, WhastApp promete mejoradas funciones para los administradores de grupo.
También incorporará los famosos «stickers», la evolución de los «emojis» -las «caritas» visibles de WhatsApp- y que ya llevan tiempo funcionando en otras aplicaciones como Facebook -tanto en su versión Messenger como en los post de los usuarios en la plataforma base-, LINE o Telegram. Una herramienta que se estaba haciendo esperar, pero que era de muy previsible implementación debido a su proliferación en los últimos años.
La versión beta -en pruebas- de la nueva actualización ya está presente en Android e iOS, si bien en esta última va algo más retrasada. Se prevé que todas estas nuevas funciones estén disponibles a lo largo de los próximos meses, ya que están implementadas, pero no activadas.
Por otro lado, WhatsApp parece no levantar cabeza y se suma a la polémica de la falta de privacidad en su uso. Investigadores de la Universidad de Rur, en Alemania, han hecho pública una vulnerabilidad por la que la aplicación permite que cualquier persona que controle los servidores podría añadir un «espía» dentro de un grupo que acceda a todas las conversaciones y números de teléfono de los integrantes. Incluso sin que ellos se enteren y sin necesidad del permiso del administrador.
Critican que la aplicación informa sobre un cifrado «de extremo a extremo para todos los grupos y comunicaciones personales, lo que significa que se debe proteger contra la posibilidad de que los mensajes sean leídos por otros usuarios ajenos», por lo que si existen sistemas que se pueden «saltar» este proceso, «el valor del cifrado es muy poco».
El posible atacante puede aprovechar que el proceso de invitación a los grupos no tiene ningún mecanismo de autenticación que no pueda ser falsificado por los gestores de los servidores. Así, solo tendría que tomar el servidor y otorgarse los permisos para agregar al «espía» que quiera. Una vez realizada esta operación, que debería ser llevada a cabo por un expertociberdelincuente, sería mucho más sencillo eliminar el mensaje en el que se ha añadido un nuevo participante.
Aunque WhatsApp es consciente de este fallo desde julio, niega que se trate de una vulnerabilidad grave. Asegura que ya se ha corregido el problema y que se trata de un «exploit» complicado de ejecutar, aunque se han reforzado los cifrados y la seguridad.