Tras el hecho se observaron fragmentos incandescentes en las laderas alrededor del cráter, además de una columna de ceniza y gases volcánicos que alcanzó 1.5 kilómetros de altura con dispersión hacia el noreste.
Desde el lunes 24 de febrero de 2020, se identificaron 148 exhalaciones y 11 explosiones. Para esta fase se prevé que continúe la actividad de escala baja a intermedia, lluvias de ceniza leves a moderadas en poblaciones cercanas y la posibilidad de flujos piroclásticos y flujos de lodo de corto alcance.
Por ello, el Cenapred exhortó a la población a mantenerse informada, así como continuar con el radio de seguridad de 12 kilómetros, controlar el tránsito, y alertó del peligro que implica la caída de fragmentos balísticos.
El centro aseguró que el monitoreo del volcán Popocatépetl se mantendrá las 24 horas al día y que cualquier cambio será reportado de manera oportuna.
Fuente: El Telégrafo, nota original aquí: LINK