La noche de este lunes se registró el descenso de flujos piroclásticos en el volcán Tungurahua cuya actividad se incrementó desde el pasado viernes, informó a Andes Patricio Ramón, coordinador del observatorio del coloso.

Al momento, la actividad volcánica “se caracteriza por presencia de explosiones frecuentes e intensas acompañadas de emisión continua de ceniza”, afirmó el vulcanólogo.

Dijo que al momento se proyecta un primer escenario que reflejaría la continuidad de la actividad explosiva con el descenso de flujos que no lleguen a afectar las zonas pobladas y otro escenario “más catastrófico y menos probable” que sería el ascenso de magma y una erupción de mayor magnitud que afecte a lugares habitados.

Puntualizó que actualmente la actividad está acompañada de la emisión de columnas de ceniza de hasta ocho kilómetros.

El monitoreo del volcán se realiza con tecnología de punta y para el seguimiento de la actividad se aplican métodos sísmicos, termales, infrarrojos, de deformación y de detección de gases, entre otros.

El pasado 26 de febrero, la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) resolvió elevar el nivel de alerta amarilla a alerta naranja, en la zona de influencia del volcán, determinada en el mapa de los peligros potenciales.

El Tungurahua se levanta a 5.020 metros de altura en la provincia del mismo nombre y es considerado uno de los ocho volcanes activos en Ecuador.

Se mantiene en proceso eruptivo desde 1999 y desde entonces ha registrado varios episodios, sobre todo en 2006, que provocaron cuantiosas pérdidas materiales debido a la ceniza que daño cultivos y provocó la muerte de animales.