Las cuestionadas decisiones judiciales de los últimos meses pusieron en alerta al Consejo de la Judicatura que, pese a las sanciones, ha demostrado que el control disciplinario no resulta efectivo. Por ejemplo, el juez Banny Molina, pese a que estaba suspendido del cargo, le otorgó la libertad al exvicepresidente Jorge Glas, sobre quien pesan condenas por cohecho, enriquecimiento ilícito y peculado.

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Esto, entre otras acusaciones contra Molina, llevó a la Judicatura a destituirlo luego de comprobar que cometió la infracción gravísima de error inexcusable en sus actuaciones como juez de la Unidad de Garantías Penitenciarias de Portoviejo.

En Notimundo Estelar, Germánico Maya, expresidente del Consejo de la Judicatura, cuestionó que, aunque hay varias normas y procedimientos que permiten sanear a “tanto juez malo y corrompido que se ha enquistado en la función judicial”, la Judicatura “no ha hecho nada”.  

“Se habla tanto de los jueces correístas y no se ha hecho nada para limpiar de estos magistrados al sistema judicial ecuatoriano”, enfatizó a la vez que criticó la “paralización en la justicia”, ¿quién se beneficia de todo eso?, preguntó.


En relación a las declaraciones del presidente Guillermo Lasso, quien mencionó que “la justicia es ciega”, al hacer referencia a la liberación de alias “el gordo Luis” quien fue puesto en libertad pese a ser el principal sospechoso del asesinato del director de la cárcel de El Inca, Santiago Loza, y ser uno de los cabecillas de la organización delictiva “Los Lobos”; Maya dijo que la falta de acción de la Judicatura hace que el mandatario “invada terrenos que no le competen” y agregó que él hace observaciones a una función con independencia.

Finalmente, Maya hizo un llamado a la “sensatez” del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) pues “ya es hora de que llegue una persona con capacidad, mando y conocimientos a manejar el Consejo de la Judicatura”.

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