Yulia y Sergei Skripal, un excoronel de 66 años de la inteligencia militar rusa que traicionó a decenas de espías al servicio de espionaje extranjero de Reino Unido, fueron hallados inconscientes en un banco público en la ciudad de Salisbury, en el sur de Inglaterra, el 4 de marzo.
Tras la acusación británica de que Rusia estaba detrás del ataque, el incidente escaló hasta convertirse en una de las mayores crisis entre Moscú y Occidente desde el fin de la Guerra Fría. Londres, Washington y otros gobiernos expulsaron a decenas de diplomáticos rusos, medida que fue replicada por Rusia, que niega su responsabilidad en el ataque.
Ambos estuvieron durante semanas en estado crítico y los médicos llegaron a temer que, incluso si sobrevivían, pudieran sufrir daños cerebrales, pero al final su salud comenzó a mejorar rápidamente.
Yulia, de 33 años, fue dada de alta del Hospital del Distrito de Salisbury, dijo a los periodistas Christine Blanshard, directora médica, agregando que su padre podría salir pronto también.
“Hemos dado el alta a Yulia”, dijo Blanshard. “No es el final de su tratamiento, pero significa un hito importante”.
“Su padre también tuvo un buen progreso”, comentó. “El viernes anuncié que ya no se encontraba en estado crítico. Aunque se está recuperando más despacio que Yulia, esperamos que él también pueda dejar el hospital a su debido tiempo”.
