Este 26 de agosto, se realizó la audiencia de revisión de medidas de Yuliano Salazar, procesado por muerte culposa, debido a la muerte de dos ladrones en Guayaquil. 

El joven Yuliano Salazar, en la audiencia de revisión de medidas, Guayaquil, 26 de agosto de 2024.- Foto: Cortesía Ecuador Prensa.

El juez a cargo del caso del Yuliano Salazar, que arrolló a dos presuntos ladrones en Guayaquil a inicios de agosto, decidió que el joven salga de la cárcel, y pueda defenderse en libertad.

Esta decisión se conoció este 26 de agosto tras una audiencia realizada en la unidad judicial del norte de Guayaquil, y luego de más de dos horas de diligencias.

Salazar, un universitario de 22 años de Guayaquil, estaba recluido en el centro de detención provincial desde la semana pasada, y su defensa había solicitado la revisión de medidas.

En la audiencia, el juez otorgó medidas sustitutivas a la cárcel para el universitario, como presentarse cada semana ante la autoridad y prohibición de salida del país.

El caso de Salazar había provocado incluso la reacción del mandatario Daniel Noboa, quien le ofreció el indulto presidencial, si es hallado culpable de muerte culposa.

Según reclamó el presidente Noboa, en un extenso comunicado el pasado viernes, » es increíble que la víctima de la delincuencia sea ahora el procesado. Eso no es justicia».

Por ello, Noboa ofreció la asesoría legal de la Secretaría Jurídica de la Presidencia para el equipo de Salazar, que alega que el joven atropelló a los presuntos delincuentes en defensa propia.

La historia de Salazar se remonta al pasado 7 de agosto, cuando él se encontraba en la avenida Rodrigo Chávez, en Urdenor, norte de Guayaquil, y estaba acompañado de su novia y dos amigos.

Los jóvenes estaban en un auto estacionado en esta avenida, cuando varios hombres a bordo de motocicletas, los asaltaron.

Luego del suceso, Salazar encendió su auto y fue en busca de ayuda policial, pero no la encontró. En el camino, halló nuevamente a los asaltantes y los atropelló. Dos de los cuatro sujetos murieron en el lugar de los hechos.

Fuente: Primicias – Nota original