El rey Carlos III también ha aceptado una invitación para reunirse con Zelensky este domingo, dijo el líder ucraniano.
En una entrevista con la BBC previa a la cumbre, el primer ministro británico, Keir Starmer, dijo que trabajará con Ucrania, Francia y “posiblemente uno o dos países más” en un plan para el fin de los combates en Ucrania que luego presentarán a Estados Unidos.
Cuando se le preguntó qué medidas podría tomar cuando se reúna hoy con los líderes europeos, Starmer dijo que tiene que haber claridad sobre “cómo sería una garantía de seguridad europea”.
Zelensky aterrizó en Reino Unido el sábado antes de las conversaciones, que Occidente espera que reaviven el impulso hacia un acuerdo de paz aceptable que parecía estar construyéndose lentamente esta semana, solo para derrumbarse en unos desagradables minutos este viernes.
Pero los líderes de la cumbre del domingo -que incluye a presidentes y primeros ministros de toda Europa, convocados por Starmer- tendrán ante sí un difícil reto.
“Es crucial para nosotros contar con el apoyo del presidente Trump”, dijo Zelensky en una serie de mensajes en X este sábado por la mañana. “Él quiere acabar con la guerra, pero nadie quiere la paz más que nosotros”.
La escena fue la peor pesadilla de Europa. Un día antes de la pelea a gritos, un amistoso Starmer consiguió que Trump se retractara de sus falsos comentarios anteriores de que Zelensky era un “dictador”, expresara su “respeto” por el líder ucraniano e incluso planteara la posibilidad de que Ucrania recuperara territorio ocupado por Rusia en un acuerdo de alto el fuego. Todos esos comentarios fueron notables retrocesos de Trump, y la situación parecía preparar bien la mesa para el viaje de Zelensky.
Ahora Europa vuelve a empezar desde cero.
“Tres años después de la brutal invasión rusa de Ucrania, nos encontramos en un punto de inflexión. Hoy reafirmaré mi apoyo inquebrantable a Ucrania y redoblaré mi compromiso de proporcionar capacidad, formación y ayuda a Ucrania, colocándola en la posición más fuerte posible”, dijo Starmer en un comunicado antes de la cumbre de Londres.
“En colaboración con nuestros aliados, debemos intensificar nuestros preparativos para el elemento europeo de las garantías de seguridad, junto con la continuación de las conversaciones con Estados Unidos”, declaró. “Ahora es el momento de unirnos para garantizar el mejor resultado para Ucrania, proteger la seguridad europea y asegurar nuestro futuro colectivo”.
Mientras los líderes europeos se apresuraban a reafirmar su apoyo a Zelensky este viernes por la noche, Starmer guardaba un notable silencio. Unas horas más tarde, supimos por qué: Downing Street dijo que había hablado con Trump y Zelensky tras su acalorado encuentro. “Mantiene su apoyo inquebrantable a Ucrania y está desempeñando su papel para encontrar un camino hacia una paz duradera, basada en la soberanía y la seguridad de Ucrania”, dijo el portavoz de Starmer.
La cumbre tendrá tres objetivos, dijo Downing Street: las necesidades a corto plazo de Ucrania, asegurar un “acuerdo duradero” para poner fin al conflicto, y “planificar sólidas garantías de seguridad”.
Starmer se toma en serio su papel de interlocutor entre Europa y la Casa Blanca, incluso -quizá especialmente- cuando parece inútil. Este fin de semana espera obtener sus frutos, pero la sensación de desesperación es cada vez mayor.
Yaroslav Zhelezniak, diputado ucraniano, escribió en Telegram antes de las reuniones en Londres: “Si pensabas que la situación iba a mejorar milagrosamente hoy… no cuentes con ello”.
CNN