Expendían el alcaloide a jóvenes de aproximadamente 50 unidades educativas y en parques de varios sectores del norte de la capital. Seis meses de investigación policial permitieron desarticular a una presunta red delictiva dedicada al microtráfico.

Esta mañana, en rueda de prensa presidida por el general Nelson Villegas, director de Antinarcóticos; el teniente coronel Julio Miño, subdirector de la Unidad contra el Tráfico para el Consumo Interno; teniente coronel William Villarroel, jefe provincial Antinarcóticos y el mayor José Luis Erazo, jefe de la Uctci, se informó sobre los resultados de dos operativos que fortalecen la lucha por erradicar el microtráfico.

El general Villegas informó que el operativo Despertar se ejecutó la tarde y noche del 8 de diciembre. Los resultados fueron 22 detenidos de la presunta red, cuyos cabecillas residían principalmente en el sector de Carapungo y un menor aislado; 5.3 kilos de cocaína (51 mil dosis), 13 mil dólares americanos incautados, un vehículo y dos motocicletas.

El operativo fue liderado por la Unidad contra el Tráfico para el Consumo Interno (Uctci), con el apoyo de unidades tácticas como el Grupo de Intervención y Rescate (GIR), Grupo de Operaciones Especiales (GOE), Centro Regional de Adiestramiento Canino (CRAC), Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), Policía Judicial (PJ), Criminalística y funcionarios de la Fiscalía General del Estado.

El alcaloide (pasta base de cocaína) era proveniente del vecino país de Colombia. Llegaba a la provincia de Sucumbíos y posteriormente era distribuida.

La autoridad policial informó que se realizaron 18 allanamientos, 16 en Quito, en los sectores de Carapungo, San Luis de Calderón, Carcelén Bajo, Nuevo Amanecer y Pueblo Blanco. También, de manera simultánea, se ejecutó la operación con un allanamiento en Lago Agrio y uno en Latacunga, logrando la detención de 22 presuntos integrantes de esta organización conformada por ciudadanos ecuatorianos y colombianos, quienes financiaban, comercializaban y distribuían alcaloide.

Los uniformados ratificaron su compromiso de continuar con la permanente lucha de erradicar el microtrafico y liberar a la ciudadanía de este mal que perjudica principalmente a niños y jóvenes de nuestro país.