Los obreros conviven en un campamento donde hay varias habitaciones e infraestructura para el aseo personal. Ellos harán turnos de 22 días seguidos en ese sitio. En distintas plantas de las edificaciones, a medio construir, se han colocado camas y baterías sanitarias. En el lugar también cuenta con un espacio para comedor.
En total, 32 personas viven en este lugar habilitado en el edificio La Plaza, en Cuenca, que está a cargo de la Constructora Garate e Hijos. Dentro de la construcción se deben respetar, además, las medidas de distanciamiento.
Estas son parte de las acciones que implementan los constructores en el plan piloto que arrancó el 26 de abril pasado, para reactivar su actividad.
En La Plaza se contrató servicio de comida que cumpla los protocolos de bioseguridad. Por ejemplo, los alimentos llegan en envases desechables y envueltos en doble funda.
“En los 22 años que trabajo en el sector, jamás pensé que mi actividad tuviera que adaptarse” a una nueva normalidad a causa de una pandemia, comenta Juan Izquierdo, quien labora para el proyecto.
Elmir Grupo Inmobiliario, en cambio, prescindió de la contratación de transporte y dotó de bicicletas a los empleados que no tenían una. En esta empresa se modificó la jornada y ahora es de 07:00 a 15:00, detalló Daniel Elmir, CEO de la firma, con sede en Quito.
El ingreso de personal a la Constructora Etinar, que tiene proyectos en Guayas y en Manabí, demora 20 minutos. Los trabajadores son transportados en un bus privado contratado por la compañía y que realiza varias rutas hacia los proyectos.
Al llegar a los sitios, los empleados deben pasar por un túnel de desinfección y, en un espacio abierto, formarse respetando el distanciamiento. El jefe de seguridad da una charla, de al menos cinco minutos, sobre la importancia del uso de insumos de protección.
Luego se procede a tomar la temperatura, explicó Guillermo Jouvin, gerente de Etinar. “Hasta el momento se han invertido más de USD 400 mil en la compra de insumos para 30 días, la contratación de servicio de comida y pago a los trabajadores”, detalló.
En total, 412 proyectos en el país se reactivaron con el plan piloto que inició el sector, según el Ministerio de Producción.De este grupo, 290 son obras relacionadas a firmas privadas y 122 son del sector público.
Esa Cartera, que está encargada de la calificación de los proyectos solo hasta esta semana, calcula que en conjunto las obras permitirán reactivar un total de 25 mil empleos en el país.
Para ser parte del programa, el Ministerio evaluó la localización y el estado de los proyectos, la información sobre niveles de contagio en territorio, los protocolos de bioseguridad y seguridad propuestos, la movilidad para los trabajadores y un plan de acción.
Este último debe incluir un programa de salud articulado con el seguro social. Jackson Torres, viceministro de Producción, explicó que la competencia de calificación y aprobación de proyectos pasará desde el lunes próximo a los COE cantonales.
El Ministerio transfirió también la información para que se dé seguimiento a los programas. La plataforma que manejaba la Cartera estatal para realizar esta función fue deshabilitada el pasado 13 de mayo.
Torres explicó que se recibieron 593 postulaciones en las dos etapas del plan piloto. De incumplir con lo establecido en la propuesta, aseguró el funcionario, el Ministerio de Trabajo tiene la competencia de sancionar e incluso paralizar la obra.
Hasta la fecha no hay registro de proyectos sancionados por incumplimiento, puntualizó el Viceministro. Después de 20 días de la reactivación del sector, los constructores aseguran que hay puntos que deben afinarse.
Entre ellos están, por ejemplo, el transporte de personal hacia las obras y la reapertura de los comercios especializados que proveen materiales al sector, como ferreterías, refirió Henry Yandún, vocero de Constructores Positivos. Antes de la pandemia, el sector empleaba a 486 mil personas.
Fuente: El Comercio-Nota Original: LINK