Cuarenta y cuatro personas, la mayoría policías, murieron y 155 resultaron heridas en el doble atentado del sábado en Estambul.

CNN

De acuerdo con el ministro del Interior turco Suleyman Soylu, un mando a distancia detonó un coche bomba cerca del estadio Besiktas Vodafone Arena. Poco después, un atacante suicida provocó una segunda explosión en el parque Macka. Los dos lugares están a menos de una milla de distancia.

El grupo militante kurdo Kurdish Freedom Hawks (TAK) reivindicó el atentado y en un comunicado en su página web dijo que el pueblo turco no era el objetivo. Trece personas fueron arrestadas en conexión con las explosiones, dijo el ministro Soylu.

Más temprano se habían enfrentado en el estadio los equipos Besiktas y Bursaspor de la liga turca. El estadio se encuentra cerca de la plaza Taksim, uno de los principales distritos turísticos de la ciudad turca.

La agencia TRT dijo que las explosiones tenían como blanco a la policía.

La oficina del primer ministro turco declaró el domingo como día de luto nacional, según la agencia estatal Anadolu.

Trece sospechosos han sido detenidos en relación con las explosiones, dijo Soylu en la conferencia.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, emitió un comunicado antes de la conferencia de prensa diciendo que Estambul fue una vez más «testigo de la cara más fea del terror pisando todos los valores y la moral (…) Junto con la ayuda de Allah, como país y como nación, vamos a superar el terror, a las organizaciones terroristas, a los terroristas y a los poderes detrás de ellos…».

Turquía ha superado una serie de atentados terroristas durante el último año, ya que enfrenta amenazas tanto de ISIS como de las milicias kurdas.

El país, además, se recupera de un sangriento, aunque fallido, intento de golpe militar perpetrado en julio.