Edgar Posadas, portavoz de departamento de riesgo, informó que 5,2 millones de personas viven en las zonas de mayor riesgo por la tormenta, clasificada como un súper tifón por el Centro Conjunto de Alerta de Tifones de Hawái, con poderosos vientos y ráfagas equivalentes a los de un huracán categoría 5. El Centro Nacional de Reducción de Desastres (NDRRMC) elevó ayer el nivel de alerta.
Un día antes, 9.100 personas fueron evacuadas de sus hogares y se instalaron en los 2.100 refugios. En la costa nororiental de Luzón, en el extremo más septentrional del país, entre las provincias de Cagayan e Isabela, productoras de arroz y maíz del país, se activó el nivel de alerta número 4 (de un total de 5), porque los vientos soplarán de entre 170 y 220 kilómetros por hora. Las demás provincias también están bajo alerta ante la cercanía del tifón, bautizado como Ompong.
Las autoridades filipinas advierten que el impacto de Mangkhut será tan destructor como el de Haiyan, un súper tifón que causó más de 7.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos, y 16 millones de damnificados en 2013. El Gobierno otorgó $ 30 millones para la respuesta de emergencia y la Cruz Roja cuenta con 30.000 voluntarios para hacer un balance de los daños tras la tempestad. Filipinas recibe cada año entre 15 y 20 tifones en la temporada de lluvias.
Fuente: EFE