“No vamos a dejar que este país se vea sobrepasado. La gente no entrará en caravana ni en estampida por nuestra frontera”, indicó Sessions.
El funcionario dijo que el Departamento de Justicia de Estados Unidos estaba enviando a 35 fiscales auxiliares más y a 18 jueces de inmigración a la frontera con México.
Más de 100 personas, en su mayoría de Honduras, Guatemala y El Salvador, han acampado en una plaza cerca de la entrada del puente peatonal San Ysidro que conduce de México a California, esperando su turno para entrar a EE.UU.
Cuarenta y nueve inmigrantes, en su mayoría mujeres, niños y personas transgénero, pasaron el miércoles para pedir asilo, elevando el total de ingresos a 74, según los organizadores del grupo.
Los migrantes son parte de una caravana que cruzó México y que llegó a las 1.500 personas, pero cuyo tamaño se redujo bajo la presión del presidente Donald Trump, que quiere endurecer las leyes para que sea más difícil buscar asilo.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos dijo el pasado lunes que se iniciaron las acciones legales contra 11 ‘sospechosos’ de la caravana, a quienes acusa de cruzar ilegalmente la frontera a territorio estadounidense.
“Necesitamos legalidad e integridad en el sistema. Las personas deberían esperar su turno y postular legalmente antes de ingresar a nuestro país”, dijo Sessions.