La cita dio la pauta para que el Jefe de la Nación reiterara el compromiso del régimen en reducir hasta erradicar definitivamente el trabajo y la explotación infantil.
«Nuestro compromiso para seguir luchando para que no haya más niños trabajando», dijo el Mandatario, quien recalcó que esta tarea no solo es un compromiso del parte del Gobierno sino de todos los ecuatorianos.
Correa señaló que parte de esta erradicación laboral infantil se fundamenta en el fortalecimiento del área educativa, que pretende dotar de instalaciones de calidad, asistida por alimentación acorde a su edad que les permita cumplir con sus jornadas académicas.
El encuentro contó con la presencia de niños representantes de Fundación Salesiana, Ozone, Foro y el Centro del Muchacho Trabajador (CMT). Esta última entidad, ubicada en el sector de El Condado (norte de Quito), fue la sede que acogió a los estudiantes que disfrutaron de un espectáculo a cargo del Coro Ozono y coreografías con marimba.
El presidente disfrutó del espectáculo junto a Betty Tola, ministra de Inclusión Económica y Social (MIES) y el padre Juan Halligan, director del CMT. También asistieron Augusto Espinosa, ministro de Educación, así como los concejales de Quito, entre otras dignidades.
La ministra Tola explicó que el agasajo forma parte de las actividades que conforman el programa de erradicación del trabajo denominado ‘Da Dignidad’.
«En tanto tengamos ese porcentaje nuestra intensidad de trabajo será la misma con la que hemos operado en los años anteriores. El compromiso que estamos estableciendo es que los niños vayan a las escuelas», dijo la funcionaria.
Tola detalló que una de las estrategias más eficientes para lograr que los menores de edad dejen de trabajar es a través de la inclusión laboral mediante la política de educación gratuita.
También se contemplan los abordajes de los niños y a su entorno familiar. Es decir, personal encargado conversa con los padres para explicar por qué deben dejar de trabajar sus vástagos.
Para 2016, el MIES estableció líneas generales a nivel nacional en cada uno de los territorios. Se definieron trabajos estratégicos en calles (para erradicar a los niños que deambulan para vender productos), también en el área de la construcción, áreas de reciclaje y en sectores agro-industriales. La inversión prevista en protección especial es $20 millones.
Michael U., quien fue betunero de la Plaza Grande, agradeció por la preocupación del régimen para ayudar a los niños que se encuentran en condiciones difíciles.
El mismo sentimiento manifestó Erick B., quien asiste al CMT. El joven dijo que después de culminar los estudios desearía dedicarse a la panadería. «En este centro me di cuenta que yo puedo tener un futuro, porque trabajar en las calles es muy peligroso», detalló.