“Me dolió que mis señores obispos tuvieran esa actitud de golpistas (…) ellos se descalificaron como mediadores, como testigos (en el diálogo), porque su mensaje claro fue el golpe”, dijo Ortega en Managua durante el acto del 39 aniversario de la Revolución Sandinista.
Ortega habló en un acto masivo de simpatizantes dos días después de que fuerzas gubernamentales tomaron control de la ciudad rebelde de Masaya, en un violento enfrentamiento que dejó al menos dos muertos.
Según Ortega, en las protestas opositoras “los templos fueron ocupados como cuarteles para guardar armamento, para guardar bombas y para salir a atacar y asesinar”.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), como mediadora del diálogo, propuso una agenda para democratizar el país y adelantar los comicios de 2021 a marzo del 2019, lo que Ortega rechazó varias semanas después.
Tras el discurso, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, se pronunció a favor del diálogo “facilitado” por la CEN como “la instancia para resolver aspectos políticos y electorales de la crisis” en Nicaragua.