Las autoridades venezolanas dijeron que los atacantes utilizaron dos costosos drones DJI M600 equipados cada uno con un kilo de un explosivo conocido como C-4. Se suponía que uno de los drones debía atacar al presidente desde arriba mientras que el otro detonaría directamente frente a él.
Pero el plan fracasó cuando miembros de la seguridad presidencial, usando equipos electrónicos de bloqueo, lograron desorientar a los drones. Uno de los aviones no tripulados fue derribado y el otro se estrelló en un edificio de apartamentos a dos cuadras de donde Maduro daba un discurso ante cientos de militares que celebraban el 81 aniversario de la Guardia Nacional.
“Tenemos hasta ahora seis terroristas y sicarios detenidos”, declaró el ministro de Relaciones Interiores, el mayor general Néstor Reverol. No se descarta “en las próximas horas otras detenciones”.
Las autoridades del gobierno señalaron directamente a facciones de la oposición en Miami y Bogotá de conspirar con los atacantes, aunque no ofrecieron pruebas específicas. Los líderes de la oposición condenaron a Maduro por señalar a sus opositores políticos como responsables del ataque, y advirtieron que podría usarlo para reprimir aún más a sus críticos.