Guerra añadió que la única forma de controlar el contrabando de combustible es sincerando las cifras de este producto. Precisó, además, que hay distribuidores que hacen propaganda de los aditivos que supuestamente mejorarían la calidad de la gasolina, pero según dijo, esto no sube el octanaje del mismo.
Aseguró que, tras el Decreto Ejecutivo, en ciudades pequeñas el consumo de la gasolina súper disminuyó notablemente pero que en las carreteras la venta es mínima. A su criterio, estos resultados no eran los esperados por la industria.
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