En Azuay y en El Oro se concentra el 86% de la producción nacional de oro. En ambos territorios se registran 237 concesiones (83 y 157 respectivamente). Un equipo de los Medios Públicos visitó la concesión Bella Rica, ubicada en la frontera entre las dos provincias sureñas.
En este sitio opera la empresa nacional Somilor. En una de las galerías de sus minas horizontales se observa que el túnel está reforzado con barras de acero.
En este lugar, los mineros primero tienen la tarea de encontrar el depósito o veta de oro, indicó Ronald Sisa, técnico de compañía. “Se hace la exploración y la extracción que tiene algunos mecanismos”. Uno de ellos es a través de explosiones controladas en las que se fragmenta la roca.
Allí se descubre el depósito de oro y se lo extrae de la mina en vagones. El material sale del yacimiento y pasa a las tolvas de almacenamiento (dispositivos similares a un embudo de gran tamaño) para el proceso de trituración y molienda, explicó Jorge Vargas, otro de los técnicos de la empresa, durante el recorrido por los rieles que transportan el material y los niveles de oxígeno disminuyen.
Posteriormente, el material ingresa a un molino en donde se reduce a 74 micras o 0.074 milímetros. Todo esto ocurre en la planta de beneficio Soridec, ubicada a pocos kilómetros de la mina. “Sale del molino a unos hidrociclones. Estos separan el oro, la plata y el cobre”, dijo Vargas.
De allí el material fino pasa a un circuito de flotación en el que se aplican elementos orgánicos para separar definitivamente los metales. Finalmente, son recuperados mediante un proceso de liquidación del concentrado y empaquetamiento con carbono.
Fuente: El Telégrafo – Nota Original: LINK