Tras haber sido nominada como Mejor Actriz al premio Oscar 2003 por su trabajo en el filme Frida, se convirtió en la mexicana de mayor éxito a nivel mundial.
Nació en 1966 en Coatzacoalcos, Veracruz. Es hija del político y empresario Sami Hayek Domínguez, así como de la cantante de ópera Diana Jiménez Medina.
Aunque inició la carrera de Relaciones Internacionales, la abandonó al poco tiempo para dedicarse a la actuación, medio en el que hizo sus pininos a través de la obra infantil Aladino.
Después trabajó en la telenovela Nuevo amanecer (1988); hizo un par de comerciales para la televisión, fue «La chica de Televisa» y finalmente, protagonizó Teresa en 1989.
Al inicio fue un melodrama de relleno, pues se transmitía por la tarde. Nadie le tomaba importancia porque en el elenco figuraban actores poco conocidos. Sin embargo, la buena interpretación que dio al personaje, que en el pasado había hecho Maricruz Olivier, hizo que la cambiaran al horario estelar y batió récord de audiencia en México.
Dada la fama que Salma alcanzó, se trasladó a Los Ángeles, California, para estudiar actuación. Experimentó con pequeños papeles en telefilmes hasta que en 1995 volvió a México para rodar El callejón de los milagros, del director Jorge Fons y aceptó participar en Desperado, al lado del español Antonio Banderas.
Por la forma en que se proyectó al lado de Banderas, la actriz se ganó el título de «La latina más cachonda», pues ambos hicieron escenas de cama muy explosivas.
De ahí, la llamaron para actuar en Del crepúsculo al amanecer (From dusk till dawn) en la que destaca por una sobresaliente escena en la que realiza un erótico baile mientras una pitón amarilla recorre su cuerpo. Dicha escena que protagoniza al lado de Quentin Tarantino, convirtió al filme en un clásico del cine contemporáneo.
Fuente: Excelsior, nota original: LINK