“La idea era poner en marcha un sistema de control de consumo; y fijar un número de galones mensuales a menor precio, por ejemplo 25. Desde el galón número 26 se cobraría el costo real”, apunta Marco Posso, vicerrector administrativo y financiero.
Contó que poco antes de las protestas del 3 al 13 de octubre, por el retiro del subsidio al combustible, hablaron del tema con Richard Martínez, ministro de Finanzas. No hubo un acuerdo. Ese es uno de los proyectos en los que la Central trabaja, para generar recursos propios.
De este tema se habla desde la semana anterior, cuando los rectores empezaron a revisar los presupuestos que les asignaron en la Proforma 2020. Este año, 31 centros de educación superior contaron con USD 1 213 millones. En el próximo tendrán 1 117 millones. La reducción llega a 37 millones, según la Senescyt y afectará a la U. Central, U. de Guayaquil, Espol y Politécnica Nacional.
La Espol genera USD 3,5 millones al año de un presupuesto de 73 millones, por consultorías a sectores productivos, entes públicos y privados. También ofrece servicios especializados en sus laboratorios. Y programas de capacitación en educación continua y posgrados, con 30 opciones según su portal web.
En un comunicado la institución aclara que este rubro se ampara en el artículo 20 de la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES). Este se refiere a fuentes de financiamiento. “Estos recursos se destinan a mantenimiento de equipos, adquisición de insumos, entre otros, que impulsan la investigación y la vinculación con la sociedad”, indicó la Espol.
Una parte de ingresos por posgrados se inyecta a becas del mismo sistema. Mientras que otros van a programas de ciencias (maestrías y doctorados).
Fuente: El Comercio, nota original aquí: LINK