La normativa entrará en vigencia una vez que se publique en el Registro Oficial. Uno de los objetivos del articulado es apoyar a los emprendedores con la simplificación de trámites y darles incentivos tributarios.
Napoleón Santamaría, abogado tributarista, explica que las compañías en general pagan un IR del 25% de sus utilidades cada año. Mientras que las microempresas tendrán una tarifa del 2% sobre sus ingresos brutos. Asimismo, las compañías declaran de forma mensual el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Las microempresas lo harán semestralmente.
Según el especialista, el microempresario podrá usar el dinero del IVA como capital de trabajo por un tiempo. Pero a criterio de Wilson Araque, director del Observatorio de la Pequeña y Mediana Empresa de la Universidad Andina Simón Bolívar, este incentivo se lo debe aplicar con cuidado.
Si bien les da a las microempresas un momento de liquidez, se corre el peligro de que si no se tiene la precaución de ahorrar el dinero del impuesto, a los seis meses no tendrán con qué pagar.
Santamaría asegura que en forma general lo que buscan estas medidas es quitarles un peso a los microempresarios y hacerles la vida sencilla en lo administrativo y lo tributario. Y busca apoyar al emprendimiento e innovación.
Otro aspecto positivo que destaca el abogado tributario, es que estos beneficios invitarán a quienes están en la informalidad, a que legalicen su actividad.
Fuente: El Telégrafo, nota original: LINK