El gobierno ruso de Vladimir Putin está dispuesto a encontrar una solución a la crisis de Venezuela. Eso dice el más reciente comunicado de la Cancillería. Una solución que se logre por medio de la negociación, y que cuente con el respaldo de Latinoamérica, la Unión Europea, China “y otros socios”.
Rusia se ha convertido en el principal aliado del régimen de Nicolás Maduro, pero su alianza no solo es política o militar. Es, sobre todo, económica.
Gracias a esos acuerdos de cooperación, en tan solo un año, la petrolera rusa Rosneft recuperó gran parte del dinero prestado a Petróleos de Venezuela SA (PDVSA). La deuda se redujo de USD 2.300 millones en 2018, a USD 800 millones a finales de 2019. La cifra no es despreciable, pero el exdiplomático de carrera William Brownfield considera que el interés económico de Rusia en Venezuela es marginal.
Fernando Cutz, exdirector para Latinoamérica del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, durante los gobiernos de Barack Obama y Donald Trump, considera que Rusia ve en Venezuela la oportunidad de desafiar a Estados Unidos en su área de influencia, de la misma manera como Rusia siente que Estados Unidos lo hace al apoyar a Ucrania con USD 400 millones al año en asistencia militar.
Fuente: El Telégrafo, nota original aquí: LINK