El aumento de los despidos, como consecuencia de la crisis actual, no solo profundizaría la recesión económica, sino que afectaría al IESS.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estimó, esta semana, que la crisis provocada por la pandemia del coronavirus (Covid-19) provocaría que, al menos, 25 millones de personas se queden sin empleo a nivel mundial.
En el caso de Ecuador, cualquier aumento en los despidos precarizaría aún más el mercado laboral donde, en los momentos actuales, casi 5 millones de personas subsisten en la informalidad y el desempleo.
Solo un aumento del 1% en los despidos representaría que 32 280 ecuatorianos se quedarían sin ingresos y con deudas por pagar. Además, serían miles de dólares que se dejarían de aportar al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Según Santiago García, economista y docente de la Universidad Central, los sectores más vulnerables, al ser los mayores generadores de empleo, son el turismo, la construcción, el comercio y la manufactura.
“Es imposible cuantificar todavía el impacto, pero no me cabe duda de que habrá una caída del empleo. Por eso debe ser una prioridad nacional profundizar los diálogos sociales; sentar a todos los sectores como sindicatos, academia y empresarios, para buscar soluciones y minimizar las afectaciones”, dijo.
Por su parte, Diego Olmedo, analista económico, recalcó que la prioridad tiene que ser, tanto durante como después de la crisis, impedir que se desplome la demanda y el consumo de los hogares, para eso, cuidar los empleos es imprescindible.
“El ministro de Economía, Richard Martínez, no puede continuar con la visión miope de privilegiar el pago del servicio de la deuda por sobre el apoyo a los ciudadanos y las empresas. Tenemos que aplicar medidas como las de Estados Unidos, donde con los ahorros de la Reserva Federal, se va a dar USD 1 mil a los trabajadores durante los próximos dos meses”, acotó.
Grave crisis
El problema es que el país no tiene ahorros y actualmente, en la Cuenta Única del Tesoro solo existen USD 800 millones. Por eso, García concordó en que una renegociación técnica y transparente podría lograr, por ejemplo, que no se gasten, como en 2019, más de USD 7 200 millones en pagos de intereses, amortizaciones y vencimientos. “¿Se imagina todo lo que se puede hacer con ese dinero para reactivar la economía?”, cuestionó.
Olmedo resaltó que existe la predisposición de la gran mayoría de las empresas de abstener se de despidos masivos, pero se necesita reforzar las medidas ya anunciadas, e incluso el Gobierno debe ponerse como garante solidario o cogarante para créditos de banca pública y privada.
Para él, esos créditos para personas y empresas pequeñas deberían ser de entre USD 10 mil y USD 50 mil; para empresas medianas y grandes, los fondos deberían superar los USD 100 mil, con periodos de gracia y plazo más largos.
Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, exhortó a que se generen créditos preferenciales a través del Biess, hasta por 24 meses, para pago de obligaciones con el la institución. Además, suspender todas las determinaciones de responsabilidades patronales.
García afirmó que, más allá de las respuestas inmediatas, se debe comenzar a pensar en la post crisis, donde sectores como el turismo prevé que las actividades se regularizarán entre 6 y 9 meses después.
“Una opción es que se llegue a acuerdos para realizar pagos parciales de los sueldos hasta que las empresas puedan recuperar sus niveles de liquidez y sostenibilidad”, concluyó.
Fuente: La Hora- Nota Original: LINK