Pese a que las autoridades de Salud aseguran que todos los hospitales tienen insumos de protección y que estos se están entregando a todos los trabajadores para evitar más contagios, desde el Colegio de Enfermeras y Enfermeros del Guayas se señala que no es así.
“Estamos viviendo un momento muy crítico. Las prendas de protección llegan con retraso. El ministro dice que han hecho adquisiciones, pero ¿dónde las tienen?, están embodegadas cuando el material se requiere en las unidades donde están las compañeras trabajando”, cuenta a EXPRESO Liliana Triana, vocera del gremio.
La enfermera se refiere al anuncio que hizo el pasado 28 de marzo el ministro Juan Carlos Zevallos. “Se han destinado 40 millones de dólares en bioseguridad. Es importante que el personal médico sepa que hay suficientes materiales y trajes de protección”, señaló.
Según los datos que maneja el Colegio, 80 enfermeras y enfermeros dieron positivo para COVID-19 en la provincia, 380 más están en sospecha, 5 han fallecido y una se mantiene en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital de Guayaquil.
“Nosotras estamos seguras de que hay un subregistro. Hay muchas enfermeras a las que no se les ha hecho la prueba, pese a tener los síntomas. Las compañeras del Hospital Francisco de Icaza Bustamante que hacen fila desde las 5 de la mañana para que les tomen el examen”, denuncia.
La vocera explica que ellas han llevado sus reclamos hasta la dirección de centros como el Hospital del Niño, sin embargo, señala, no han sido escuchados. “Muchos son prepotentes y nos dicen que están haciendo gastos innecesarios del material. Ellos no conocen la realidad”.
Triana confiesa que se sienten impotentes por todo lo que está pasando. “Nos han mandado a la guerra sin los insumos necesarios para combatir. Cuando va el ministro ahí sí sacan los cartones y mientras tanto lo tienen en bodega. Muchas han comprado insumos con su propio dinero, han usado fundas para protegerse”.
El Colegio también ha contabilizado alrededor de 120 trabajadoras que han renunciado para no exponer a su familia. “Hemos dado nuestra vida al cuidado de los pacientes y ahora que necesitamos cuidado no hay una mano. El sistema hospitalario está colapsado”, dice.
Para el doctor Hugo Romo, este problema no es exclusivo de las enfermeras, también lo están viviendo los médicos. Sin embargo, indica, muchos que trabajan en el sector público han sido amenazados para que no denuncien la situación.
“Los administrativos están revisando las redes para ver quién está publicando algo. Es un contrasentido que exista personal dedicado para rastrear las quejas en lugar de estar pendiente de lo que necesita el personal”, acota.
Con él coincide Iván Cevallos, exdirector del hospital Carlos Andrade Marín, en Quito. “A colegas de este hospital los amenazaron con mandarlos a emergencias o incluso a Guayas. Satanizan estos lugares”.
Según el último registro oficial, hasta el 30 de marzo había 154 trabajadores de la salud contagiados por COVID-19, mientras que la Federación Médica Ecuatoriana registra 19 doctores fallecidos por la enfermedad.
Desde Salud reconocen que por estos contagios han tenido que hacer más contrataciones. “Al estar en la primera línea de batalla muchos (doctores) están en aislamiento por haber dado positivo o por contactos con contagiados. Hay un fondo de 4 millones para contratar a 120 profesionales a nivel local (Guayaquil) y otro para 700 a nivel nacional”, dijo ayer el viceministro Ernesto Carrasco.
Por lo delicada de sus labores y el contacto directo con los ciudadanos los miembros de la Fuerza Pública son otro grupo vulnerable al contagio. En la Policía ha dejado 54 casos confirmados. De ellos hay tres fallecidos, siete hospitalizados, 42 en aislamiento domiciliario y dos en unidades policiales, informó el comandante de la institución, Patricio Carrillo.
Hay dos policías fallecidos por enfermedades preexistentes no confirmados por COVID-19.
Adicionalmente 454 gendarmes están en aislamiento obligatorio preventivo. 359 en sus domicilios, tres en hospitales y 92 en unidades policiales. En aislamiento voluntario hay 84.
En Fuerzas Armadas serían 90 los casos confirmados y cuatro fallecidos con COVID-19. El comandante el Ejército, Luis Altamirano, señaló que en esa rama de las Fuerzas Armadas hay 14 casos confirmados y dos fallecidos. En las FF. AA. existirían 1.500 aislamientos preventivos en domicilios y 950 en centros de aislamiento. En San Lorenzo, Esmeraldas, la Brigada de Infantería de Marina, Bimlor, entró en cuarentena. Un uniformado dio positivo y todo el reparto se aisló.
Altamirano dijo a EXPRESO que el Ejército tomó medidas mucho antes. Desde el 2 de marzo hubo disposiciones de restricciones a la actividad física grupal, evitar formaciones y formar grupos diferentes en las unidades. Además, en el Ejército iniciaron una campaña de prevención, la entrega de mascarillas, colocaciones de dispensadores con gel y alcohol y control de accesos.
Fuente: El Expreso – Nota Original: aquí