En el Viejo Continente el aumento de contagios y de muertes y la creciente saturación de los hospitales a causa del COVID-19 han traído de vuelta las restricciones que hace pocos meses fueron levantadas y que permitieron a la población recuperar su vida, muchos sin tener en cuenta y dejando de lado las normas de bioseguridad y el distanciamiento.
“La segunda ola de casos en Europa se debe a la movilidad que tiene la gente en el continente, el cálculo de vuelos es impresionante”, dice el doctor Daniel Simancas, director del Centro de Investigación en Salud Pública y Epidemiología Clínica de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE).
Para el especialista entre los factores que han llevado a Europa a enfrentar una segunda ola de casos, están principalmente el rechazo a usar mascarilla y las libertades de viajes y aperturas de bares, y sitios de aglomeración que se permitieron cuando hubo cero casos.
Hasta el momento, los casos de coronavirus en el mundo han superado los 32 millones de infectados y el número de muertos bordea los 987 000. De estos, más de cinco millones de casos están en Europa, siendo Rusia, España, Francia y Reino Unido quienes suman más de la mitad de la cifra.
Durante esta semana, el sur de Madrid recibió fuertes medidas para limitar la movilidad, que afectaron a 850 000 habitantes de seis distritos donde se encuentran las zonas más deprimidas y más pobladas.
Entraron en vigor también otras medidas, como la limitación de reuniones a 6 personas, la reducción de aforos al 50 % y el cierre de parques. El Ministerio de Sanidad ha notificado cerca de 40 000 nuevos casos en una semana y de al menos 200 muertes diarias.
Simancas comenta que solo se puede considerar que existe una segunda ola de casos cuando estos bajan a cero por al menos tres semanas y que cuando se elevan, luego de tener controlado el virus, habrá dependido mucho del comportamiento de las personas y dice que en estas segundas olas, las cepas del virus y la duración de la inmunidad influyen mucho.
“Diferentes cepas pueden infectar a la misma persona varias veces, se pensó que la inmunidad podría durar un año pero hemos visto que son apenas pocos meses”, dice.
En tanto, además de España, países como Reino Unido, Francia, Italia, Países Bajos, Grecia y República Checa han reimpuesto medidas y restricciones para sus ciudadanos luego de anunciar segundas olas también. Otros como Alemania, donde los casos aún no llegan al nivel de los demás, han preferido anticiparse para evitar un punto crítico.
Para Simancas, la segunda ola de Europa “es algo que también puede ocurrir en Latinoamérica, aunque quizás un poco más tarde”, considera y dice que pese a que la curva epidemiológica tiende a descender, aún hay una población que está en casa y que empieza a movilizarse en la “nueva normalidad”. “En Ecuador solo una de cada 5 personas se han contagiado, según datos oficiales”, refiere el especialista.
También comenta que es probable que el virus vaya siendo cada vez menos letal y aunque los contagios incrementen, la letalidad podría empezar a disminuir. “Por naturaleza, el virus no puede eliminar a toda la población, hay muchas teorías, pero se debe seguir atentos y tomar como ejemplo Europa y continuar con las medidas de protección”, apunta.
El epidemiólogo Francisco Mora coincide que sin importar la situación del virus en un país, se deben mantener las medidas de protección y distanciamiento en todas las actividades, tanto desde volver a la oficina como tomar el transporte público, aunque resalta que se debe evitar el exceso de equipos de protección personal, ya que exagerar en implementos puede terminar siendo incómodo y no garantiza que se evite el contagio.
Fuente: El Universo – Nota Original: LINK