En NotiMundo al Día, Juan Esteban Espinoza, subgerente de Saneamiento de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), señaló que históricamente las quebradas y ríos de Quito han sido zonas de descarga de las aguas residuales, por ello se trabaja en un proyecto para la descontaminación de estas zonas. Para esto, están en construcción interceptores en el sur de la ciudad, así como la planta de Quitumbe que ya está operativa.
Espinoza explicó que en los sistemas de alcantarillado, que tiene casi el 95% de la población, el agua residual se transporta hacia un punto final, que son los ríos y quebradas. El papel de los interceptores es recoger el agua y llevarla a un punto final, que son las plantas de tratamiento que están en construcción y la que está operativa.
El funcionario recordó que este es un trabajo conjunto, donde se exhorta también a los ciudadanos a respetar el borde de quebrada y no arrojar escombros a las quebradas. Además, señaló que con el proyecto Vindobona, uno de los más importantes para la descontaminación de los ríos, se espera eliminar las descargas de aguas residuales y llevarlas a la planta de tratamiento.
«Hay que recordar que en Quito hay un sistema de alcantarillado combinado; por la misma red que pasa el agua residual pasa el agua lluvia, por lo que habrá separadores de caudal», anticipó.
El proyecto Vindobona tiene completos los estudios, ahora se busca financiamiento de USD 800 millones. Este abarcará la recolección del agua residual de toda la capital.
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