«Aprobado», anunció entre aplausos y gritos de «libertad» el presidente legislativo, el férreo antichavista Henry Ramos Allup, tras un encendido discurso en el que advirtió a los chavistas que su gobierno «está en agonía» y que «van a salir del poder democráticamente».
El jefe de bancada del Gran Polo Patriótico (GPP), Héctor Rodríguez, rechazó hoy la normativa. «Esta ley es una declaración de amnesia criminal y un intento de llevarnos a la guerra civil», indicó el diputado desde el hemiciclo del Parlamento. «Llamo al pueblo de Venezuela y a los legisladores de la AN al debate nacional e internacional; vamos a desenmascarar esta propuesta que no genera otra cosa que una insurrección contra el Estado de Derecho», agregó.
Por su parte el diputado Elías Jaua recordó que la legislación menoscaba los derechos humanos, al proponer indulto para personas que llamaron a la violencia y provocaron la muerte de 43 ciudadanos. Según Jaua, la aprobación de esta medida establece «un grave precedente de permisividad», pues pondría en libertad a hombres y mujeres que recibieron condenas de la justicia venezolana en estricto cumplimiento de lo establecido por la Constitución y el Código Penal.
Por su parte, la activista Yesenia Fuentes señaló que ese perdón «ensangrienta» la Carta Magna por cuanto las violaciones graves a los derechos humanos no tienen derecho a indulto, y llamó a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia para que no permita que esa ley sea aprobada. Sobre el tema, el diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Edwin Rojas, manifestó que con la ley de Amnistía la derecha se desentiende de los problemas cruciales del país, sobre todo la actual crisis económica, por un asunto de importancia secundaria.
Entre los principales beneficiados figuran el líder del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, condenado a 13 años de cárcel, y Antonio Ledezma, exalcalde metropolitano de Caracas, para quien la Fiscalía pide 16 años de encarcelamiento.