Los centros comerciales de Venezuela que no cuenten con plantas de autogeneración eléctrica para cumplir con el racionamiento impuesto por el Gobierno trabajarán a partir de hoy de lunes a viernes en un horario comprendido entre las 12.00 hora local hasta las 19.00 (16.30 a 23.30 GMT).

Los que «posean plantas de autogeneración, podrán operar en su horario regular de atención al público, de lunes a viernes, siempre que contribuyan con el ahorro energético, autogenerando» entre las 13.00 y las 15.00 hora local y entre las 20.00 y las 22.00 hora local, señaló un comunicado difundido por la Cámara Venezolana de Centros Comerciales (Cavececo).

El documento agrega que los fines de semana y feriados todos los centros comerciales abrirán en sus horarios habituales sin ser sometidos a cortes de energía.

Asimismo, quedan exentos de la medida «transitoria» los centros comerciales que tengan una carga concentrada menor a los 100 kVA (kilovoltoamperios).

En los que aplique el racionamiento, aún cuando cesen las operaciones comerciales, «continuarán activos sistemas de emergencia y preferenciales que consumen energía mínima como: neveras, servidores, sistemas de emergencia como antincendios, cámaras (CCTV) e iluminación perimetral y en áreas de desalojo como escaleras de emergencia», detalla el comunicado.

La regulación establece que los administradores de los complejos comerciales podrán permitir que las oficinas u otros recintos con labores no comerciales trabajen en horarios habituales.

Por su parte, el Ejecutivo podrá realizar inspecciones para verificar el cumplimiento pudiendo sancionar a los infractores.

El acuerdo entre Cavececo y el Ejecutivo Nacional intenta «combatir el fuerte impacto que ha generado el Fenómeno El Niño en los embalses de aguas destinados a la generación hidroeléctrica, lo cual afecta al Sistema Eléctrico Nacional», según la nota.

El ministro de Ecosocialismo y Aguas del país, Ernesto Paiva, ha dicho que la sequía provocada por El Niño ha hecho que los 18 mayores embalses con los que cuenta Venezuela estén «muy cerca de la línea roja» o alcancen «niveles críticos» y de ahí la necesidad de que se ahorre energía.