El Ministerio de Salud extendió, a escala nacional, la alerta por el consumo de alcohol adulterado en el país. El pasado 23 de octubre, la entidad reportó una intoxicación masiva en Santo Domingo y Esmeraldas, que ya ha dejado víctimas y personas hospitalizadas.
Con el caso reportado en Manabí, comprobaron que la distribución de este licor adulterado se ha ido extendiendo a más provincias del país. El funcionario mencionó el seguimiento que se lleva en este tipo de situaciones.
🔊En #NotiMundoEstelar, #FranciscoPérez, subsecretario de @Salud_Ec, explicó por qué se extendió la alerta por consumo de alcohol adulterado a nivel nacional.
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“Hacemos el estudio de trazabilidad de cómo fue conseguido, cómo fue el expendio y cómo fue fabricado el licor. Hemos encontrado alrededor de 65 mil litros de alcohol, que junto con el ARCSA, estamos haciendo los estudios para ver si está adulterado”, declaró.
De los cuatro casos en Quito, Pérez explicó que dos personas están hospitalizadas, una está en cuidados intensivos y otra recibió el alta médica. Explicó que estas personas resultaron intoxicadas en un evento social.
“Tras el seguimiento, se encontró que la intoxicación se dio en una fiesta en el Quinche. Las personas consumieron licor de ventas ambulantes que se estaban dando en este lugar”, añadió el Subsecretario.
Pérez aclaró que estos comerciantes no son quienes adulteran el licor, sino que “lo consiguen ya así”. Desde el MSP se realizan las investigaciones para saber el lugar de distribución de las bebidas adulteradas.
Es importante que la ciudadanía, en caso de presentar síntomas, acuda inmediatamente a un centro de salud. Dolor de cabeza, nausea, vómito, mareo, alucinaciones, y sobre todo el “chuchaqui” prolongado, son indicios de que se sufrió algún tipo de intoxicación.
Los efectos pueden presentarse entre seis y 24 horas luego del consumo. Las consecuencias más graves que se pueden dar es la ceguera permanente o un daño renal agudo, que puede llegar a matar a la persona. Se recomienda a la ciudanía estar alerta y verificar que el licor tenga los registros sanitarios adecuados.
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